El desarrollo de Internet, la digitalización del sector y la inmersión de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana de los consumidores han desencadenado la necesidad de realizar cambios en todos los procesos con el objetivo de poder ofrecer, cada vez más, una experiencia omnicanal. Si a esto le sumamos cómo cada vez más redes sociales integran la opción de compra de producto en sus contenidos – como la reciente incorporación de Instagram Shopping-, la evolución de las compañías es clara.
Actualmente, el 85% de las compañías españolas del negocio de la moda asegura que ya ha comenzado esta adaptación de sus procesos a la omnicanalidad, tres puntos porcentuales más que el año anterior. Así se desprende de la última edición del Barómetro de Empresas de Moda en España elaborado por vente-privee y Modaes, a partir de una encuesta a 300 compañías españolas del sector.
Sin embargo, haber comenzado esta adaptación no implica estar ya preparado. Del total de empresas de moda que afirman estar aclimatándose, sólo el 2% de ellas considera haber finalizado ya este proceso. En el ejercicio anterior, era el 4% el que aseguraba haber culminado esta transformación. El 98% restante coincide en estar todavía amoldándose a los nuevos canales.
Por otro lado, el 77% de las empresas encuestadas asegura estar ya preparadas para comercializar sus productos a través del dispositivo móvil. Asimismo, el 52% manifiesta hacerlo también a través de las redes sociales.
El 93% de las empresas de moda han aumentado la inversión en el área digital
El cliente elige a través de qué canal prefiere comprar y buscar información y cómo hacerlo en cada caso. Para atender al consumidor de la forma adecuada en todos los canales y adaptar la experiencia de compra a cada uno de ellos, las empresas españolas de la industria de la moda han tenido que dedicar recursos humanos e inversión.
De hecho, el 93% de las compañías encuestadas manifestaba haber aumentado la inversión en el área digital o en nuevas tecnologías.
En cuanto a los procesos o departamentos concretos a los que se ha destinado esta inversión, el 34% de los grupos afirma que se ha derivado al diseño y operación de la tienda online, mientras que el 29% ha apostado por reforzar el área de marketing y comunicación. En tercer lugar, la infraestructura logística ha sido la principal beneficiaria de la inversión en el 17% de las compañías, seguida de cerca por el análisis de datos, que representa un 13% del total.
Por último, sólo el 6% de las empresas ha centrado la inversión en la adaptación de la tienda física. El refuerzo de estas compañías en el área online y su presencia en la Red responde a diferentes utilidades y fines según la estrategia de cada una. En primera posición, la fortaleza de la imagen de marca vuelve a ser el beneficio principal para el 53% de las empresas, creciendo cinco puntos respecto a 2016. Por otra parte, decrece en dos puntos, hasta un 35%, el factor de hacerlo por diversificar el target de clientes y pierde peso también la posibilidad de aumentar las ventas en tiendas físicas, pasando de un 15% a un 11%.