El futuro de Pixmania pasa por momentos de incertidumbre. Su propietario, el grupo británico Dixons Retail, anunció el pasado jueves sus intenciones de vender la compañía, y en el caso de que no lleguen compradores, de echarle el cierre definitivo. Tras varias reestructuraciones en los últimos meses con el cierre de todas las tiendas físicas de España, Portugal y Bélgica y Francia, y de las eShops de 12 países, la sangría de la compañía francesa parece no tener fin y sus propietarios han decidido pasar a la acción.

Tras hacerse con el 99% de Pixmania el pasado mes de agosto, Dixons comenzó unas reestructuraciones que hasta el momento han costado 700 puestos de trabajo, y cientos de productos reducidos. Sin embargo, los resultados no han mejorado la rentabilidad de la compañía con el descenso en las ventas cada vez más acentuado, ni tampoco el sorprendente cierre de todas las tiendas físicas de la compañía en España y otros 12 países europeos. 

En el primer cuatrimestre del año, las ventas han caído un 36%, según la información del site francés Les’Echos. Nick Bubb, experto analista independiente estima que las pérdidas de la empresa pueden ascender a más de 40 millones de libras (47 millones de euros) en el periodo 2012-2013.

En declaraciones a la prensa recogidas por Reuters, el CFO de Dixons, Humphrey Singer, explica al respecto que “por supuesto que estaríamos interesados en soluciones que permitan vender Pixmania”. Solución que, eso si, prevalece ante otras medidas más drásticas: “Yo creo que el cierre es extremadamente difícil en Francia, por lo que estamos interesados en explorar todas las opciones existentes antes de considerar esto, aunque en última instancia también es una opción.”

Una mala noticia para el sector del comercio electrónico, que podría afectar a 850 trabajadores, y que subraya los problemas a los que se enfrentan ya algunos minoristas europeos, incluso en un sector en auge como el comercio electrónico.