Checkout.com lanza el primer índice de confianza en la economía digital, que mide la credibilidad del consumidor en las plataformas digitales y clasifica a 16 países en función de la seguridad, la transparencia y la experiencia del usuario en la economía digital. La clasificación revela una fuerte correlación directa entre la confianza del consumidor en la economía digital y las tasas de crecimiento del PIB (producto interno bruto) de cada país entre 2014 y 2024, lo que demuestra la importancia crítica de la confianza digital para el crecimiento económico en la era moderna.
China encabeza la clasificación del índice con una calificación de confianza de 8,6 sobre 10, seguida de Emiratos Árabes Unidos (EAU), el Reino de Arabia Saudita (KSA, por sus siglas en inglés) y Egipto. De manera sorprendente, teniendo en cuenta las altas tasas de digitalización y la adopción del comercio electrónico en la región, Japón ocupa el último lugar con una calificación de confianza general de sólo 2,6.
El índice de confianza en la economía digital tiene como objetivo proporcionar una visión integral de cómo las personas interactúan, confían y adoptan los sistemas digitales. Esto ayuda a las empresas, los responsables políticos y los proveedores de tecnología a comprender las barreras y los principales impulsores de confianza y, en última instancia, a aumentar la confianza en la economía digital para estimular un crecimiento económico más amplio. De las 18 dimensiones distintas investigadas en todos los mercados, las que se correlacionan de forma más estrecha con la puntuación de confianza general fueron la confianza en que la nueva tecnología hace que el pago sea más seguro y la confianza en las herramientas de IA. Esto ilustra el valor económico inherente de los pagos innovadores y las tecnologías de IA.
China tiene una clara ventaja en la confianza en la economía digital, ya que obtiene calificaciones completas en la confianza en los nuevos métodos de pago, la seguridad biométrica y la creencia de que las nuevas tecnologías hacen que los pagos sean más seguros. Esto sugiere una infraestructura tecnológica madura, apertura cultural a la innovación digital y un entorno regulatorio favorable.

índice de confianza en la economía digitalL by checkout.com
Las tendencias regionales más amplias muestran que Medio Oriente domina la confianza en la economía digital, donde Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudi y Egipto ocupan el segundo, tercer y cuarto lugar en el índice, respectivamente. Todos confían ampliamente en la biometría, la blockchain y la inteligencia artificial, es posible que esto esté vinculado a estrategias digitales dirigidas por el gobierno y a un entorno regulatorio de apoyo similar al de China. Egipto sobresale a pesar de su menor volumen de pagos digitales, debido a su confianza excepcionalmente alta en las herramientas de IA y las identificaciones digitales.
Europa y Norteamérica se quedan atrás en la confianza en la economía digital, en especial en lo que respecta a la confianza en la blockchain, la seguridad biométrica y las herramientas de inteligencia artificial. Esto apunta a preocupaciones de privacidad y escepticismo general en torno a los avances digitales. En particular, a los británicos les preocupa ser estafados por deepfakes al comprar en línea, así como que roben su imagen y la usen para deepfakes mientras compran en línea.
España lidera Europa Continental en el índice de confianza en la economía digital, mientras que los consumidores en Países Bajos son más cautelosos, pero cuentan con una participación muy alta en la economía circular, un modelo de producción y consumo que extiende el ciclo de vida de los productos a través de métodos como la renovación, la reparación y la reventa. Los consumidores alemanes confían en la protección del consumidor, pero la ciberseguridad y la privacidad son importantes barreras de confianza. Francia tiene la segunda puntuación de confianza general más baja en el índice, solo un punto más alto que Japón. Todos los países europeos obtuvieron una puntuación muy baja en el uso de carteras digitales, en el que China obtuvo una puntuación de 10 sobre 10, lo que demuestra la importante brecha de adopción entre Oriente y Occidente y una brecha mundial en los métodos de pago preferidos.
A pesar de estar en el medio del grupo en general, los estadounidenses mostraron total confianza en la seguridad del pago en línea, mientras que su confianza en la blockchain y las protecciones al consumidor obtuvo la puntuación más baja. Canadá comparte la falta de confianza en la protección del consumidor, pero tiene menos experiencia de fraude y un poco más de confianza en el almacenamiento de datos de tarjetas de pago en línea.
Nueva Zelanda lidera las economías desarrolladas en cuanto a confianza para la identificación digital y la IA. Aunque ocupa el 8° lugar de 16 puestos en el índice de confianza en la economía digital general, es un favorito silencioso en la confianza fuera de la tecnología financiera.
El índice de confianza en la economía digital también valida el surgimiento de Brasil como una potencia en tecnología financiera. Es probable que la alta confianza en la gestión del dinero digital y la fuerte participación en la economía de los trabajos temporales se vean impulsadas por su población joven, y la inversión en y adopción de nuevas tecnologías de pagos digitales, como PIX.
Las tendencias generales reflejan el efecto «salto» en los pagos. Las economías tradicionalmente más maduras, basadas en tarjetas, se están quedando atrás de los mercados emergentes que han pasado de forma directa del efectivo a las carteras digitales en lo que respecta a la confianza en la economía digital. La directora de operaciones de Checkout.com, Jenny Hadlow, afirma que «en la economía tradicional, con el comercio físico, la confianza está incorporada. Usted paga con chip y PIN o efectivo, y se va con sus productos en la mano. En la economía digital, la confianza se gana. Hacer clic en «comprar» forma parte de una experiencia de compra digital: los consumidores entregan datos confidenciales, necesitan creer en el recurso si algo sale mal y dan saltos de fe con las tecnologías emergentes. Este índice mide la confianza y explora las distintas barreras que enfrentan los consumidores a nivel mundial cuando se trata de adoptar la economía digital, y brinda a los líderes la información necesaria para superarlas. La economía digital es la economía del futuro, y el futuro llegará rápidamente. Como tal, los gobiernos y las empresas deben trabajar juntos con urgencia para aumentar la confianza en la economía digital y educar a los consumidores acerca de comportamientos seguros en línea para estimular el crecimiento económico».
“Fever ha crecido rápidamente no sólo porque hemos democratizado el acceso a la cultura y las artes mediante el uso de la tecnología y los datos, sino porque la gente sabe que puede confiar en nosotros» comentó Patricia Fernández Hermida, directora de Operaciones de Fever. «Hemos integrado la confianza en cada etapa de nuestra plataforma y eso nos ha dado mucho frutos. Implementarlo a escala global en toda la economía digital impulsaría un mayor crecimiento para todos.»
