Una coalición internacional de organizaciones civiles, expertos en políticas y seguridad y compañías tecnológicas, incluidas Apple, Google, Microsoft y WhatsApp condenan el espionaje. Los gigantes tecnológicos y otras organizaciones de referencia han firmado una carta condenando la propuesta de vigilancia realizada el año pasado por la agencia de inteligencia del Reino Unido, GCHQ.
La carta se bada en advertir que este espionaje socavaría la confianza y la seguridad además de amenazar los derechos fundamentales.
Lo que propone GCHQ es un protocolo fantasma que supone serias amenazas para la seguridad digital: si se implementa, socavará el proceso de autenticación que permite a los usuarios verificar que se están comunicando con las personas adecuadas, introducir posibles vulnerabilidades no intencionales y aumentar los riesgos en los sistemas de comunicaciones
Los autores de la carta abierta afirman que estos riesgos de seguridad cibernética significan que los usuarios no podrán confiar en que sus comunicaciones son seguras, lo que representa una amenaza para los derechos humanos fundamentales, incluida la privacidad y la libre expresión.
Este protocolo fantasma defiende que los proveedores de servicios inviertan de manera invisible en servicios de inteligencia del estado para poder escuchar comunicaciones cifradas.
Cuando la compañía presentó su proyecto el año pasado argumentó que supone un «mecanismo de acceso excepcional» que podría integrarse en plataformas cifradas con herramientas como un «oyente silencioso» para escuchar una «conversación específicas en situaciones extraordinarias«.