En un audaz movimiento para reforzar su negocio de supermercados, Amazon se prepara aparentemente para abrir su primer supercentro a finales de 2025.
Esta decisión se produce cuando el gigante tecnológico trata de competir más eficazmente con minoristas establecidos como Walmart, Kroger y Target, que dominan el espacio minorista físico con miles de tiendas en Estados Unidos. Aunque Amazon ha hecho grandes avances en comercio electrónico y logística desde su fundación, en la actualidad cuenta con menos de 600 tiendas físicas, en claro contraste con las casi 5.000 de Walmart.
La idea de un supercentro no es nueva para Amazon
En el pasado, la empresa intentó poner en marcha proyectos similares bajo la dirección del ex consejero delegado Dave Clark, pero estas iniciativas acabaron cancelándose. Sin embargo, los expertos del sector creen que la dirección actual, incluidos el vicepresidente Udit Madan y el vicepresidente senior de productos alimentarios Tony Hoggett, están bien situados para tener éxito donde otros han fracasado.
Uno de los principales retos para Amazon será diferenciar su supercentro de los de sus competidores. Los supercentros de Walmart tienen una superficie media de 179.000 metros cuadrados y emplean a más de 100 personas. Se espera que el supercentro propuesto por Amazon sea aún mayor, superando los 200.000 pies cuadrados.
Para ganar cuota de mercado, los expertos sugieren que Amazon adopte un modelo híbrido, combinando elementos del modelo de compra a granel de Costco con la oferta tradicional de los supermercados, al tiempo que aprovecha las tecnologías avanzadas para la realización y entrega de pedidos.
Mientras Amazon estudia esta expansión, también tiene que abordar los problemas actuales de Whole Foods. Informes recientes indican que la empresa planea implantar microcentros de distribución automatizados en sus establecimientos de Whole Foods para agilizar las operaciones y retener a los clientes que con frecuencia se marchan a comprar a la competencia.
La necesidad de productos de consumo populares que a menudo están ausentes de las estanterías de Whole Foods ha provocado una importante pérdida de clientes, especialmente para minoristas como Walmart.
Los críticos sostienen que, en lugar de recurrir a soluciones alternativas como los microcentros de distribución, Amazon debería tomar medidas decisivas para revisar la marca Whole Foods y su oferta de productos. Entre las sugerencias se incluye el nombramiento de un ejecutivo dedicado a dirigir Whole Foods, lo que permitiría ofrecer una gama más amplia de productos que se ajusten a las preferencias de los clientes.
A pesar de los obstáculos, hay optimismo sobre el potencial de Amazon para convertirse en uno de los principales minoristas de alimentación entre 2030 y 2035. Sin embargo, alcanzar este objetivo requerirá algo más que abrir un supercentro. Algunos expertos abogan por una adquisición estratégica, como la cadena de supermercados Publix, para mejorar la presencia de Amazon en el mercado y optimizar sus operaciones.
En conclusión, mientras Amazon se embarca en esta ambiciosa aventura de abrir un supercentro, los analistas del sector seguirán de cerca el resultado. El éxito de esta iniciativa podría determinar significativamente el futuro del negocio alimentario de Amazon y su competencia con los minoristas tradicionales.