Las redes sociales están siendo un pilar básico de la estrategia de marketing de las marcas de moda. Esta industria está inmersa en un momento de profundos cambios y están comprobando los beneficios que el uso de estas les están aportando. Pueden llegar a un público más numeroso y dar a conocer sus colecciones. Las marcas están dedicando entre el 10% y el 20% de su presupuesto promocional a este tipo de marketing, hasta un total de 6.500 millones de dólares en 2019. Cuatro veces la cifra de 2016, según Influencer Marketing Hub.
El poder de las influencers
A la hora de fabricar una reputación, destacan las influencers. Cada vez ganan más popularidad y tienen una mayor repercusión las publicaciones que realizan. Un claro ejemplo es Chiara Ferragni, una modelo italiana que tiene en su Instagram más de 21 millones de seguidores. Para conseguirlos, comparte detalles de su vida personal, en los que mezcla elegancia y diversión. Además, de colaboraciones con Dior, Lancôme y otras marcas de moda.
Lo que empezó siendo un diario personal en formato blog ha terminado convirtiéndose en una empresa de lifestyle con un patrimonio valorado en más de 11 millones de euros. Comenzó su trayectoria en el mundo digital en el blog The blonde Salad. Cuenta con más de 100 mil visitantes diarios. Actualmente Ferragni está planteándose salir a bolsa o fusionarse con un gran grupo de lujo. El objetivo es monetizar su personaje, que lleva más de diez años dedicándose a este mundo. Cada vez que anuncia a través de sus redes sociales cualquier novedad acerca de su vida privada, se convierte en noticia.
Por otro lado, tiene su propia firma de moda, la cual lleva su nombre: Chiara Ferrangi Collection. Además de su propio documental, Chiara Ferragni: Unposted, disponible en Amazon Prime Video, donde se puede ver la historia esta famosa italiana. De esta manera, ha conseguido un poder indiscutible en el mundo de la moda gracias al uso de las redes sociales.
