El eCommerce se ha vuelto casi imprescindible para muchas personas que han descubierto la comodidad de comprar con tan solo un clic, desde cualquier sitio.
Pero, ¿alguien se ha planteado cuánto le cuesta ese clic al planeta? Pues bien, recibir un paquete en tu misma puerta tiene un coste, bastante más elevado que el que tú pagas en dinero, pues lleva un coste asociado para el planeta y para nuestra propia salud.
El comercio electrónico incrementa la cantidad de gases del aire, y por lo tanto, aumenta la contaminación. El aumento de enfermedades respiratorias, mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o la reducción de la calidad de vida, son solo algunas de estas consecuencias. Es decir, que el «envío gratuito» en realidad no lo es. Sino que lo pagamos de otras formas.
Cuantos más pedidos online se hacen, más camiones debe haber para poder repartirlos, lo cual como ya hemos visto, significa más gases y más contaminación.
Sin embargo, no todo iban a ser inconvenientes, ya que cada problema tiene al menos una solución. Alguna de las que se están llevando a cabo en estos momentos son por ejemplo, las ideadas desde IKEA que se ha comprometido a hacer entregas a domicilio libre de emisiones. También FedEx y Ryder se han unido para obtener 1,000 camionetas eléctricas o Amazon que planea que para 2030 todos sus envíos sean neutros de carbono.