Zalando ha presentado una demanda contra la Comisión Europea (CE) por imponerle las mismas reglas que a Google, Amazon, Apple o Meta, en relación a la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), y designarle como «plataforma online muy grande» (VLOP) por disponer de más de 45 millones de usuarios mensuales. En concreto, en un comunicado, Zalando alega que la CE no tuvo en cuenta el carácter mayoritario minorista de su modelo de negocio y que no presenta un «riesgo sistémico» de difusión de contenidos nocivos o ilegales de terceros.
Por el contrario, Zalando manifiesta que ofrece a sus clientes «un entorno en línea seguro con productos altamente seleccionados de marcas líderes y socios establecidos que son examinados a fondo«. La compañía también impugna el trato «desigual» resultante de la ausencia de una metodología clara y consistente para evaluar si una empresa es una «Plataforma online muy grande«.
«La DSA es correcta, pero estamos desconcertados de que se nos haya designado como una gran plataforma online junto a esas otras 18 empresas”, explica en una publicación en su perfil de LinkedIn Robert Gentz, CEO y cofundador de Zalando.
Según el Financial Times, la firma alemana argumenta que, aunque su página web recibe más de 83 millones de visitas al mes, los visitantes susceptibles de comprar productos de terceros solo ascienden a 31 millones, una cifra por debajo de los 45 millones que exige la Comisión para calificar a una compañía dentro del marco de aplicación de la DSA. “Todos los demás han sido designados en función de los usuarios, pero nosotros estamos designados en función de los visitantes. Eso es trato desigual”, manifiesta Gentz, señalando que Bruselas también malinterpretó el modelo híbrido de su compañía. “Más del 60% de las ventas se derivan de productos vendidos directamente a compradores online, mientras que el resto menos del 40% proviene de otros proveedores a través del sitio de Zalando”, reitera.
“Europa necesita las regulaciones adecuadas que garanticen una competencia justa y brinden a empresas como Zalando la capacidad de seguir innovando y brindando a los clientes la mejor oferta posible, en lugar de lidiar con requisitos regulatorios que no deberían aplicarse a ellos. Con nuestro reclamo, nuestro objetivo es apoyar un ecosistema digital europeo cada vez más vibrante y diverso en lugar de dificultar la competencia de los minoristas europeos de comercio electrónico”, apostilla el CEO.
Aún no ha entrado en vigor
En abril de 2022, la Unión Europea aprobó la nueva DSA que tildó como «una primicia mundial en el campo de la regulación digital«. Según explicó el Consejo Europeo en su momento, «la nueva Ley establecerá nuevos estándares globales y los ciudadanos tendrán un mejor control sobre cómo utilizan sus datos las plataformas en línea y las grandes empresas tecnológicas«.
Un año más tarde, en abril de este año, Bruselas publicó un listado de las empresas tecnológicas que debían adaptarse a la nueva ley antes del próximo mes de septiembre y advirtió de que las compañías que figuran en la lista tendrán que proporcionar información detallada sobre el diseño, el funcionamiento y el impacto de sus algoritmos, así como sobre las medidas que adoptan para mitigar los riesgos identificados. También tendrán que facilitar el acceso a sus datos e interfaces a los investigadores independientes y a las autoridades competentes y, además, tendrán que establecer mecanismos eficaces de notificación y eliminación de contenidos ilegales o dañinos, así como de recurso para los usuarios afectados. Entre ellas figuraban compañías como Facebook, Twitter, Google, Apple o Bing (Microsoft).
La DSA aún no ha entrado en vigor, ya que está pendiente de la aprobación del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE. No se espera que se aplique hasta principios de 2024.