Bueno pues ya está, ya hemos acabado, hemos estado en docena de charlas sobre e commerce, hemos analizado, apuntado, discutido y puesto en papel todo lo que teníamos que hacer para que nuestra idea se pusiera en marcha…Hemos evaluado el grado de madurez de nuestra idea de negocio para identificar todos los aspectos que vamos a necesitar.
Diseño de nuestra web, posicionamiento de la misma, estrategia de comunicación, captación (canales, afiliación, etc.), conversión (monitorización, remarketing), fidelización, atención al cliente, gestión y seguimiento comercial, fabricación o producción, almacenaje, canales de entrega, gestión de incidencias, integración con proveedores externos/internos, sistemas de facturación y contabilidad (externos o internos), gestión de rrhh, sistemas de alojamiento, seguridad, continuidad de negocio, sistemas de backup y restauración, dimensionamiento y escalabilidad…¡Guau!, qué pasada, y yo que sólo quería vender por Internet…
Ah, se me olvidaba, tengo que controlar los KPI´s (indicadores de negocio) que me permitan llevar el termómetro de nuestro negocio ahora y dentro de 3 años. He puesto pasión, conocimiento, ganas e ilusión en cada uno de esos aspectos. Ya está. Ahora sólo queda que empiecen a entrar pedidos y llevárselo al cliente a su casa. ¿Llevárselo al cliente a su casa?. Ostras, y ¿quién se lo lleva? ¡Aaarg! necesito un courier, una empresa de transporte, buena, bonita y barata.¡ Eso está hecho! Aaah, que tengo que integrarla en mi página Web e integrarme con ella para mi gestión de pedidos e incidencias. Ostras, otra vez vuelta a empezar.
Éstos son parte de los procesos de preparación de nuestra idea de negocio. Por lo general, lo desarrollamos desde lo esencial: la idea, la parte tecnológica, la parte administrativa, la estrategia de comunicación y al final la parte logística. Justo ahí es donde quizás por desconocimiento nos dejamos llevar.
Solo una reflexión: ¿Os habéis parado a pensar que quizás el único contacto humano que se produce entre vuestro cliente y vuestra marca es en el momento de la entrega del paquete?
No lo entregamos nosotros, es un profesional de una empresa que hemos contratado el que entrega nuestra mercancía. ¿Y a quién delego esa responsabilidad y cuánto me va a costar?. Tiene que ser muy barato porque si no, no me sale a cuenta. Si, esa es la reflexión…
¿Has creado toda tu idea en torno a lo mejor que crees que necesitas y justo en el momento crítico decides que tienes que ahorrar en costes?, Bueno está bien, tu sabrás.
Solo quiero comentarte que es lógico que mires con detalle cada una de las inversiones que realizas en tu negocio on line, pero también es lógico que te asegures que esa empresa que te va a representar delante del cliente tenga la estructura y las actitudes necesarias para ser parte de tu idea.
Recogidas cuando toca, entregas en plazos pactados, gestión de reembolsos, de incidencias, tratamiento y seguimiento de las roturas, de las pérdidas, aplicaciones móviles de seguimiento, redes sociales y sobre todo profesionales que cuando entreguen nuestros envíos, regalen también sonrisas, son pequeños detalles que hay que tener MUY en cuenta.
Casi sin querer o queriendo, nuestra empresa de transporte se convierte en nuestro socio más deseado, el más cómplice, el que no nos puede fallar, pero hemos decidido que sea baratito. ¿Qué os parece, merece que le demos una vuelta más, no?
Antes de decidirte quien va a ser tu “socio” en el momento culminante de contacto con el cliente, analiza además de la variable del precio, la de servicio; Ellos van a transportar nuestro sueño, llevarlo hasta el domicilio de nuestros clientes, así que transportan también sus deseos…
Transportar sueños y deseos no es una responsabilidad para dejarlas en manos de cualquiera, solo aquellas empresas que tengan magos, soñadores y gente con ilusión saben hacerlo bien.
Yo me lo pensaría…