UNOde50 renueva su imagen de marca. Con el objetivo de recuperar su esencia y autenticidad, la compañía ha llevado a cabo un proceso de renovación de su identidad de marca y de todos sus puntos de contacto y canales de comunicación.
Para UNOde50, se trata de una evolución de marca que nace de las ganas de recuperar nuestra esencia y de confiar en nuestro instinto. «Un ejercicio de autenticidad, de rescatar lo que un día fuimos y traerlo al presente sintiéndolo de verdad, de relevancia y de coherencia. Relanzamos UNOde50 para conectar con nuestros clientes, amigos y empleados. Para aquellos que saben que ser Uno mismo es revolucionario y para aquellos que están por descubrirlo. Ser Uno, lo es todo«, señala la compañía.
Esta renovada imagen incluye un nuevo logotipo, el nuevo lema -«Ser Uno lo es todo»- y una campaña de publicidad con ese lema y la nueva identidad. El propósito llega internacionalmente a 90 tiendas propias y puntos en wholesale de la compañía. Para la realización de todo el trabajo estratégico y creativo que ha conllevado este proyecto, UNOde50 ha contado con la participación de la consultora LLYC.
En una entrevista con ReasonWhy, Brigitte Boehm, Directora Global de Marketing en UNOde50, ha explicado que se hicieron varios estudios y a través de ello la compañía percibió que no estaba conectando con el público más joven y que no había mucha coherencia entre lo que Uno de 50 pensaba que era la marca y la percepción que la gente tenía de ella.
«Así que nos planteamos la necesidad de generar esa coherencia entre el negocio, el producto, la marca y la comunicación. La gente nos conocía mucho por nuestro producto, pero no sabía qué había detrás, cuáles son sus valores y activos. Vimos que era el momento de dar un salto y expresar lo que es la marca corporativa, la cual, aparte del producto, tiene mucho que contar«, ha declarado.
En este sentido, Boehm ha asegurado que «nuestro objetivo es inspirar a las personas para que crean en su propia identidad, abanderar la idea de ser uno mismo. Queremos que, llevando nuestras joyas, la gente se sienta orgullosa y transmita su personalidad. Queremos ser una marca espontánea, que tenga foco, icónica… y también ser una marca que cree comunidad y que cree unos estilos«.
De su lado, Bárbara Ruiz, directora de Branding en LLYC, ha comentado que «el reto era identificar su ADN y saber recoger muy bien cuáles eran los códigos que formaban parte de la actitud que tuvo la marca y que funcionan, modernizarlos y reinterpretarlos de manera que conservaran esa actitud, pero que gráficamente sea algo muy distinto. Rescatar lo que ya tenían, su esencia, la apelación al refuerzo de la autoestima, a la espontaneidad y a la identidad personal«.