Nos encontramos diseñando nuestras estrategias de marketing y, dentro de las variadas lineas de actuación consensuadas, hemos previsto una determinada acción publicitaria para la tenemos que elegir entre uno o varios reclamos promocionales. Llegados a este punto nos asaltan múltiples dudas: ¿qué aspectos debemos tener en cuentapara determinar el regalo ideal? ¿que características priorizamos en la elección?

Son muchos los factores a considerar (algunos de los cuales pudiendo entrar en conflicto, lo que nos obligará a decidir en función de nuestras prioridades), pero a nivel general estos podrían ser los principales aspectos a valorar:

Nuestros propios recursos

En primer lugar, como techo que nos limitará en nuestra decisión, tendremos en cuenta el presupuesto asignado. Este límite de inversión, junto con la previsión de unidades que necesitaremos, determinará un rango más o menos ajustado de precios unitarios que en buena medida delimitarán el abanico de opciones a nuestro alcance.

Veámoslo siempre como inversión, no como gasto

Hay una frase atribuida a Henry Ford, que dice „quien deja de invertir en publicidad para ahorrar dinero, es como si parara el reloj para ahorrar tiempo“. Efectivamente, cuando la demanda disminuye cobra mayor importancia la reputación de las marcas y la fidelización de los clientes. Además, cuando los demás invierten menos es cuando nuestras campañas cobran mayor visibilidad. En definitiva, no se trata simplemente de reducir el gasto, sinó de optimizarlo.

¿Realmente conocemos a nuestro cliente?

Segundo aspecto fundamental: la definición del target (público objetivo, cliente potencial), que deberemos realizar a partir del análisis de su perfil demográfico (edad, sexo), perfil cultural, nivel económico y pertenencia a un determinado grupo social. Estas características son de obligado conocimiento para determinar la tipología del objeto. Es fundamental contar con las mayores garantías de acierto en la búsqueda del impacto deseado. Otro factor determinante de nuestro público objetivo: ¿se trata de llegar a nuevos clientes, o nos dirigimos a clientes a los que pretendemos fidelizar?

Tenemos claro lo que queremos transmitir

Aspectos relativos al producto o servicio que se pretende promocionar: ¿se trata del lanzamiento de un nuevo producto? ¿la acción se destina a un refuerzo de marca (branding)? Esto tendrá que ver con la asociación que queramos establecer entre reclamo y producto/servicio/marca. Puede que busquemos destacar una determinada cualidad de nuestro producto (como por ejemplo de forma sensitiva, por su forma, tacto…), o bien resaltar una cierta funcionalidad. A la vez, puede que necesitemos transmitir ciertos valores, como innovación o respeto medioambiental.

… Y esto es lo que necesitamos

Toca analizar todo lo anterior para determinar las características del propio regalo publicitario, entre las cuales siempre valoraremos la originalidad y la personalización. Son perfectamente compatibles, y marcarán la diferencia en un mercado saturado de todo tipo de productos y mensajes

Finalmente, y no menos importante, tendremos en cuenta cual será el canal de distribución. ¿Se trata de una acción concreta? ¿Buscamos un item que se adapte a todo tipo de situaciones, como una visita comercial, presencia en ferias…? Determinadas acciones pueden limitar aspectos físicos del objeto, como por ejemplo al diseñar un mailing.

Estas líneas generales, que pueden ser complementadas con otro tipo de valoraciones específicas propias de cada sector o situación, nos ayudarán sin duda a definir el regalo publicitario perfecto en cada ocasión. La oferta de reclamos publicitarios es muy extensa, y cada vez más proliferan empresas del sector especializadas en la personalización total de este tipo de objetos. Algunos de los reclamos más utilizados, como pueden ser los pendrives personalizados o las baterías externas para dispositivos móviles (power banks), pueden reunir en un mismo item todas las características que buscamos, ofreciéndonos al mismo tiempo la posibilidad de un personalización total de forma, colores y dimensiones, a precios muy ajustados y sin la limitación de grandes cantidades mínimas.

El mejor regalo es aquel que siempre resulta útil

Es una máxima a tener siempre presente. Imaginemos que nos dirigimos a un público docente. Siguiendo con el ejemplo anterior, un pendrive personalizado será una herramienta que nuestro cliente seguro agradecerá, pero deseamos darle un plus de utilidad: una buena opción en ese caso sería optar por un bolígrafo USB, y mejor aún si este incorpora un puntero láser que haga de nuestro regalo un elemento insustituible en su trabajo diario.

En definitiva: no minusvaloremos el potencial del regalo publicitario. Siguiendo estos consejos metodológicos obtendremos el máximo retorno de nuestra inversión.