Temu, uno de los grandes protagonistas en el comercio electrónico a nivel mundial, ha comenzado oficialmente sus operaciones en Turquía, un mercado estratégico con creciente demanda pero también con normativas cada vez más rigurosas para el comercio internacional. Según informes de la prensa turca y medios especializados, la compañía tiene la intención de establecer un centro logístico local para asegurar entregas rápidas.
Nueva base operativa para acelerar entregas
Para ajustarse a las necesidades del mercado turco, Temu ha inaugurado una filial local en Estambul y planea edificar un almacén que posibilite disminuir significativamente los tiempos de envío, con el objetivo de efectuar entregas en menos de 24 horas en todo el país. Además, la compañía ha reubicado sus sistemas de facturación y pago desde Dublín a Turquía, un hecho que fortalece su compromiso con la localización.
Diálogo con las autoridades turcas para cumplir la normativa
Dentro de un marco normativo complicado, representantes de Temu se reunieron con el Ministerio de Comercio de Turquía para discutir las condiciones legales del comercio electrónico. Entre las demandas se incluye la necesidad de identificar un agente económico con base en Turquía para poder comercializar productos en la nación, un esfuerzo dirigido a incrementar la responsabilidad de las empresas extranjeras.
Asimismo, las autoridades subrayaron la importancia de satisfacer los nuevos requisitos de transparencia en precios, términos de envío y devoluciones, elementos cruciales en la normativa del comercio electrónico a nivel internacional. El gobierno también recordó que las plataformas extranjeras que funcionen en el país, deben asumir obligaciones fiscales claras y asegurar un punto de interacción legal en el territorio nacional, conforme a las modificaciones recientes para evitar prácticas que puedan provocar inconvenientes competitivos ante el comercio local.
Contexto de regulaciones más estrictas para las importaciones
El desembarco de Temu ocurre en un periodo en que el gobierno de Turquía establece limitaciones para regular el crecimiento de las importaciones económicas, particularmente desde el exterior. El límite sin gravamen para adquisiciones internacionales se redujo de 150 a 30 euros en 2024, mientras que los aranceles han aumentado. Ahora los envíos desde Europa están gravados con un 30% (antes 18%) y los de países no comunitarios con un 60%. Además, se restringen los pedidos a cinco productos por entrega, con un máximo de dos unidades iguales, y cada individuo solo tiene la posibilidad de hacer cinco pedidos al mes.