Ni las tensiones comerciales globales, ni los avisos sobre un posible fin de ciclo o el reciente cambio de gobierno parecen hacer mella en la confianza de los empresarios españoles. El optimismo empresarial crece en España 9 puntos en el segundo trimestre de 2018 y acumula una subida de 26 puntos desde comienzos de año, situándose de nuevo en máximos históricos, según los datos de la última oleada del International Business Report, la encuesta entre directivos y empresarios que realiza trimestralmente la Firma de consultoría Grant Thornton, y que analiza las tendencias, percepciones y expectativas de las empresas de cara al corto y medio plazo.
Tras la caída de 27 puntos en los niveles de confianza experimentada en el último semestre de 2017, por la incertidumbre derivada de las tensiones territoriales y políticas en España, el primer semestre de 2018 ha visto cómo el optimismo volvía a las empresas y se recuperaba de forma igualmente rápida, pasando del 43% registrado a finales del año pasado al 69%. De esta forma, los empresarios españoles se sitúan entre los más optimistas de la zona Euro, solo por detrás de holandeses, austriacos y alemanes.
Sobre los resultados del informe, Alejandro Martínez Borrell,presidente de Grant Thornton, comenta que “si bien los niveles de optimismo son una muestra de la vuelta a la normalidad, después de un final de 2017 muy influenciado por la inestabilidad política, las empresas deben considerar la necesidad de apostar por el crecimiento aumentando sus niveles de inversión en la medida de sus posibilidades para afrontar una posible ralentización de la economía y una mayor volatilidad en los mercados y en el comercio internacional”.
Álvaro Sanmartín, economista jefe de Grant Thornton, considera que “la recuperación de la confianza en nuestro país es coherente con los signos de repunte en los datos macroeconómicos que se han observado en el periodo reciente y con la impresión cada vez más generalizada de que en lo político se están evitando los escenarios más disruptivos”.
El optimismo de los empresarios españoles tiene también su reflejo en las perspectivas de mejora del empleo, que crecen ligeramente y vuelven a niveles de inicios de 2017 (42%). No ocurre lo mismo en el caso de las perspectivas de ingresos y de beneficios empresariales, que descienden con respecto al comienzo del año, cayendo 14 puntos porcentuales en ambos casos, lo que se puede interpretar como una muestra de prudencia.
El incremento de la confianza en España contrasta con el descenso del optimismo empresarial en el resto del mundo, una tendencia pareja al enfriamiento de las perspectivas económicas expresadas en los últimos días tanto por la Unión Europea como por el Fondo Monetario Internacional. El índice global de confianza de Grant Thornton se reduce 7 puntos hasta el 54%; y el de la Unión Europea pierde 14 puntos hasta el 46%, destacando los descensos de Francia (-37 puntos), Reino Unido (-14 puntos) o Italia, donde la incertidumbre política provoca una caída de 16 puntos en el índice de confianza de cara a los próximos 12 meses.
Contrariamente a lo que ocurre en España, los descensos del optimismo entre los líderes empresariales del mundo se producen a pesar de que la mayoría de los negocios sigue confiando en una mejora de sus resultados de cara al próximo año, ya que muchas de ellas mantienen perspectivas positivas de ingresos y de mantenimiento de los precios de venta.
Estados Unidos y China rivalizan en optimismo empresarial
Aunque las primeras medidas arancelarias entre China y Estados Unidos empezaron a tener lugar en el segundo trimestre del año, el optimismo de los empresarios chinos de cara a los próximos doce meses no solo no se ha visto mermado sino que mejora en 14 puntos porcentuales hasta alcanzar el 79% neto. Justo en el mismo nivel (78%) que sus homólogos estadounidenses, que continúan registrando los índices más altos de optimismo de las economías desarrolladas desde hace más de un año, aun con la caída de 11 puntos porcentuales registrada en este periodo, desde el 89% neto de hace tres meses.
“Pese a los ruidos sobre guerra comercial, los niveles positivos de confianza son una muestra más de que la economía global sigue en buena forma. Mirando hacia adelante la tendencia sigue siendo optimista, incluso ante durante algún tiempo tendremos que convivir con los vaivenes producidos por la política comercial del presidente Trump”, advierte Álvaro Sanmartín, economista jefe de Grant Thornton.