Glovo, la start-up de mensajería y recadería basada en la
economía colaborativa, inicia su segunda ronda de financiación; esta vez, con parte de la captación de la inversión realizada a través de la plataforma de equity crowdfunding líder en España, The Crowd Angel. Tras cerrar su primera ronda de 140.000 euros el pasado mes de
febrero con inversores como Carlos Blanco, Guillermo Llibre, Josep Sanfeliu o Pere Mayol, la empresa fundada por Oscar Pierre y Sacha Michaud ha decidido apostar por la financiación colectiva para comenzar una segunda ronda más grande.
El objetivo de Pierre y Michaud con esta decisión es simplificar el proceso de inversión así como acercar la participación a todos los usuarios, que a través de The Crowd Angel podrán invertir con tickets a partir de 3.000 euros. Las plataformas de crowdfunding, como la nacida en Barcelona, simplifican el proceso de inversión en start-ups y permiten a los inversores entrar en estas rondas donde el ticket mínimo suele ser más alto democratizándolas.
La decisión de apostar por una plataforma como la de The Crowd Angel no es casual. El hecho de que se trate de un tipo de inversión colaborativa demuestra el interés de Glovo por crear sinergias con otros proyectos basados en la participación colectiva. “Queremos que nuestros propios usuarios y los glovers puedan invertir en la empresa y esta es la mejor forma de facilitar su entrada”, explica Oscar Pierre, co-fundador de Glovo, tras haber recibido propuestas de clientes y mensajeros para formar parte del éxito de la start-up de manera más activa.
Esta segunda ronda de Glovo contará con inversión pública y privada y el principal objetivo tras cerrarla será la apertura de Glovo en Madrid. A través de The Crowd Angel, Glovo busca una financiación de hasta 300.000 euros, la máxima hasta el momento en la plataforma de equity
crowdfunding.
Tras la aprobación por parte del Congreso de la norma que regula el crowdfunding de capital y deuda (equity y lending) el pasado 16 de abril, en la que The Crowd Angel ha participado como interlocutor con la Administración Pública y Congreso, se ha asegurado la profesionalización y transparencia en el desarrollo de este sector, que ya presenta un importante crecimiento en Estados Unidos y otros países de Europa. Para plataformas como The Crowd Angel, centrada
en la financiación colectiva de start-ups tecnológicas, la regulación no deja de ser un buen punto de partida.
Además de permitir la inversión online en start-ups con un alto potencial de crecimiento, filtradas y seleccionadas rigurosamente, The Crowd Angel acompaña al usuario en su posterior seguimiento. La plataforma también permite a los inversores comunicarse entre ellos, saber cuánta gente sigue e invierte en un proyecto y participar en los foros de inversión que organizan sus partners. Con este modelo de negocio, The Crowd Angel se ha asegurado hasta 11 casos de éxito con un total de 2.180.000 euros captados, siendo la plataforma líder en España.
The Crowd Angel divide todas las participaciones con un valor nominal de 3.000 euros y construye una comunidad de bienes a través de la cual invertirán los crowd angels. Gracias a este valor nominal, se consigue un acercamiento de la participación a todo tipo de usuarios sin necesidad de grandes inversiones y permite a los pequeños inversores tener mayor voz al entrar al accionariado a través de una sindicación.