Food Delivery Brands (antes Grupo Telepizza), empresa mundial de pizza delivery con presencia en 36 países, el año pasado tuvo un crecimiento del 14% en la categoría delivery respecto al año anterior y representaron el 52% de las ventas totales del grupo. Los nuevos hábitos de consumo derivados de la crisis sanitaria han tenido su reflejo en el sólido crecimiento de los canales digitales del grupo, que han experimentado un incremento del 28% respecto a 2019, lo que se traduce en un 36% de los pedidos online, tanto a través de las apps y webs de las marcas que la compañía opera, como de los distintos agregadores.
Food Delivery Brands cerró el ejercicio 2020 con un EBITDA ajustado de 30 millones de euros, por encima de las previsiones comunicadas al mercado, con una sólida aportación de 16 millones de euros en el cuarto trimestre.
Las ventas cadena del Grupo, a pesar del fuerte impacto de la pandemia, ascendieron a 997 millones de euros (lo que supone un 20% menos respecto al ejercicio anterior), mientras que los ingresos alcanzaron los 355,8 millones de euros, un 10% menos que en 2019. Estos resultados recogen tanto el impacto de la pandemia en el negocio como la transferencia de algunas tiendas propias a los franquiciados, parcialmente compensado por el cambio en el perímetro del Grupo debido a la adquisición del negocio de Pizza Hut en México.
Europa
Tras una brusca caída durante los meses de marzo y abril de 2020, las ventas en España y Portugal experimentaron una gradual recuperación a partir del mes de mayo, si bien, la segunda ola de contagios por Covid-19 a partir septiembre redujo la recuperación esperada en el último trimestre del año y muy especialmente en el periodo navideño. A pesar de ello, y en un entorno de fuertes restricciones, las ventas cadena experimentaron un decrecimiento del 12%. En el resto de Europa, las ventas en Irlanda y Suiza se han visto mucho menos afectadas por la pandemia y han experimentado un fuerte crecimiento mes tras mes, beneficiándose de un entorno menos restrictivo para el negocio.
Latinoamérica
En el caso de Latinoamérica, el proceso de desconfinamiento ha sido más largo que en Europa, condicionado además por la diversidad de medidas aplicadas en cada país, con severas medidas de cuarentena aún en vigor en algunos de ellos. Esto ha generado un fuerte impacto en las ventas cadena, con una caída anual del 26%, pese a que las ventas durante el último trimestre del año crecieron un 30% respecto al tercer trimestre.
Pese a que en la mayoría de los mercados en los que opera Food Delivery Brands siguen vigentes restricciones significativas que afectan tanto al consumo en local como a limitaciones horarias para el servicio de entrega a domicilio y take away, que se prevé duren al menos hasta el segundo trimestre de 2021, a 31 de diciembre de 2020, el 97% de la red de tiendas del grupo ya estaban reabiertas, con el 98% de las tiendas abiertas en Europa y el 96% en Latinoamérica.
Impulso al canal online
A pesar del impacto de la COVID-19 en la actividad del negocio, la positiva evolución de las ventas, así como el refuerzo y crecimiento del canal online y el delivery, reflejan la solidez del modelo de negocio del grupo que será impulsado por el nuevo CEO de Food Delivery Brands, Jacobo Caller, cuyo nombramiento se hizo efectivo el pasado 1 de marzo de 2021.
Además, con el objetivo de apoyar la transformación digital del grupo, se incorpora al Consejo de Administración de la matriz del grupo, Tasty Bidco, Oscar Salazar, uno de los tres cofundadores de Uber. Adicionalmente, y en representación del accionista mayoritario, se incorpora también como consejero de dicha sociedad Jorge Lluch, miembro del European Private Equity team de KKR.
Para hacer frente a esta nueva etapa, el grupo contaba con un efectivo disponible a 31 de diciembre de 2020 de 45 millones de euros, a los que se suman la nueva financiación, formalizada en enero de 2021. Esta proporciona al Grupo Food Delivery Brands hasta 72 millones de euros de liquidez adicional a través de un préstamo incremental de 30 millones de euros otorgado por el Banco Santander y el ICO, que se suma al préstamo del ICO de 10 millones de euros concedido en junio de 2020, y a un préstamo subordinado de los accionistas de hasta 42 millones de euros de los que aproximadamente 20 millones de euros han sido dispuestos.
Si bien todavía sujeto a cierta incertidumbre como consecuencia de la pandemia en el corto plazo, el Grupo prevé alcanzar un EBITDA ajustado de entre 39 y 41 millones de euros en el año fiscal 2021.