Lo oímos todos los días, el consumidor ha tomado las riendas y emplea todos los canales disponibles para informarse, elegir, comentar e interactuar con las diferentes marcas. Internet ha puesto su granito de arena en esta evolución y, más recientemente, las redes sociales han permitido fomentar la capacidad de los internautas de comunicarse con la comunidad.
Para el email marketing se acabó el envío masivo de mensajes idénticos a todos los suscriptores. Llegó el momento de la revolución copernicana, y esta vez ya no es la tierra, sino el cliente, quien se sitúa en el centro del universo del marketing. Se trata de un principio de fácil enunciación, gran eficacia práctica y de una aplicación extremadamente competitiva.
Las campañas de email marketing de activación automática siguen siendo muy trabajosas y no se aprovechan todas sus ventajas. Sin embargo, basta con crear campañas y definir el objetivo que después automatizará la solución de email marketing. Una solución inteligente orientada al cliente permite además identificar nuevos segmentos objetivo, así como oportunidades de negocio por explorar. El único límite es la propia imaginación. Estas campañas garantizan una relación de beneficios, tanto para la marca, como para el cliente: la automatización consigue el ahorro de un tiempo precioso al profesional de marketing, que emprende un diálogo individualizado orientado al cliente, el cual por su parte recibe mensajes orientados, personalizados y de gran valor añadido.
El sentido común, conocer a los clientes, una estrategia clara, imaginación y una buena dosis de integración y automatización son los ingredientes clave del éxito de las campañas automáticas de email marketing. Se producen una única vez, después, sólo queda analizar las campañas y evaluar el rendimiento. ¡Y a consumir sin moderación!
Como aperitivo: el mensaje de bienvenida
Imagínese que invita a alguien a casa. Éste llama a la puerta, usted le abre y le deja solo en el rellano y se va, ¡sin dirigirle la palabra! Un recibimiento extraño, ¿verdad? Pues en realidad eso es lo que hacen muchos profesionales del marketing hoy en día. Invitan a los usuarios de su sitio web a suscribirse a un boletín de noticias, y ya está. No les hacen llegar ningún mensaje de confirmación ni de bienvenida. Cuando, precisamente, esa es la clave para emprender el diálogo con el nuevo suscriptor y reforzar la imagen de la marca. Acaba de invertir una suma importante para adquirir ese nuevo suscriptor (campañas por palabra clave, sistemas de afiliación, publicidad, etc.), así que debe capitalizarlo desde el primer contacto. Precisar toda la información que se le va a enviar, con qué frecuencia, cómo actualizar su perfil y sus preferencias. El contenido personalizado en función de los elementos solicitados en el momento de la inscripción se integrará en el mensaje de bienvenida automático y se enviará automáticamente en unos segundos.
Como entrante: el despertar de los sentidos
Debe interesarse por el cliente, escuchar cuáles son sus necesidades y sus preferencias. Analizar su comportamiento. Ganarse su confianza, enviarle encuestas, animarle a completar su perfil. Generar en él ganas de conocer la marca con mensajes informativos y productos nuevos.
De primero: la primera visita
Debe crear los cimientos de la relación definiendo el tipo y tono de la comunicación. Concentrar sus esfuerzos de marketing en animarle a emprender la acción… de compra. Concluir la visita, ya que esa persona acaba de realizar su primer pedido. Darle las gracias por unirse a la red de clientes de la marca.
Y si además hay afinidad…
El objetivo es convertir a los compradores únicos que se mueven por impulsos en clientes habituales. El email marketing es la mejor solución de fidelización de clientes a largo plazo.
La semana siguiente, debe proponer un producto complementario al que acaba de comprar con una oferta limitada. La adición del producto adquirido como imagen en el mensaje siempre tiene un efecto positivo en la conversión. Al mes, proponerle un servicio adicional. Si es un producto con fecha de caducidad o de renovación, enviarle recordatorios para que no se quede sin existencias.
De segundo: los mensajes transaccionales
En cada etapa del ciclo de vida y con cada transacción, debe aprovechar la oportunidad única que le prestan para reforzar la relación con los clientes. Debe garantizar el envío inmediato de un mensaje de confirmación del pedido, un justificante de envío del producto y la contraseña, en caso de que la pierda. La instantaneidad es fundamental, porque la persona está esperando recibir ese mensaje. Abra un nuevo canal de marketing y de venta con los emails transaccionales y retome el control de los mensajes, que normalmente administra el departamento de informática. Aproveche ese momento único para explotar estos mensajes de notificación a nivel de marketing: integre ofertas promocionales, ofrezca productos complementarios o servicios adicionales y refuerce la imagen de la marca. Estos emails se abren siempre con una frecuencia superior al 80%, por lo que generan un impacto excepcional, así como nuevas y productivas oportunidades de venta.
De postre: la tarta de cumpleaños
Es un mensaje tan sencillo de automatizar que parece sorprendente que tantas marcas y empresas no lo tengan en cuenta o no lo utilicen como ventaja. Siempre se quiere mostrar a los clientes que se les aprecia, y su cumpleaños es una ocasión única y oportuna para tener un detalle especial. ¿A quién no le gusta recibir un email personalizado con un vale descuento o una tarjeta regalo para canjearlos en una tienda de la marca el día de su cumpleaños? Es un pequeño detalle de fácil aplicación, pero a la vez es muy importante en la fidelización de los clientes. Entonces, compruebe inmediatamente si la fecha de nacimiento es uno de los campos del formulario de inscripción y lance una campaña automática de «cumpleaños».
¿Café? El abandono de la cesta
Muchas veces los visitantes abandonan el proceso de compra a la mitad. Olvidan la cesta de la compra. Al igual que en las tiendas, debe reunir a este tipo de clientes en un segmento y enviarles un mensaje a modo de recordatorio una vez transcurridos unos días para proponerles una oferta de tiempo limitado, como el envío gratuito o un segundo producto con un descuento considerable. Ciertos sitios proponen además guardar la cesta de la compra, por lo que es fácil identificar a esos clientes y lanzar una campaña automática de reactivación. La frecuencia con la que se abren estos emails y se convierte al cliente suele ser muy superior a la de las campañas tradicionales.
Para facilitar la digestión: el mensaje de reactivación
No descarte definitivamente a los clientes inactivos. Primero, clasifíquelos según su comportamiento en las últimas campañas de email marketing o en función de los elementos de la solución CRM. No les aborde con un marketing demasiado agresivo: cada 3 o 6 meses es suficiente, cree una campaña de reactivación para movilizarlos respecto a la marca o sus productos favoritos. Por ejemplo, con las rebajas, cuando se celebre algún evento especial… Ofrézcales una promoción exclusiva de tiempo muy limitado. Hágales reaccionar y actuar.
¡La cuenta, por favor!
O más bien, aumentar las ventas, los beneficios. Unos clientes satisfechos con atracción positiva hacia la marca se convertirán en los mejores embajadores de su imagen en las redes sociales.