La combinación del pago digital y la compra presencial ha logrado modificar para siempre la experiencia del cliente, su afiliación a las marcas y la información relevante que son capaces de retener las empresas. Todo ello ha propiciado que la digitalización de los pagos mitigue los desafíos de las transacciones monetarias tradicionales y que la relación entre comercio o empresa con el usuario final sea cada vez más estrecha.
A medida que la experiencia de los consumidores continúa creciendo y cambiando en 2021, aumentan las expectativas depositadas en las empresas. La tecnología contactless se ha consolidado como la normalidad, así como la digitalización del pago minorista, una nueva realidad capaz de convivir con las formas tradicionales de consumo, pero aportando una mayor comodidad, rapidez y seguridad a la hora de adquirir productos y servicios. Alternativas sencillas, fiables y digitales de pago que no requieren el contacto directo a la hora de comprar en nuestro barrio, o a la hora de viajar al extranjero.
Esta evolución de la compra ha constituido una verdadera revolución en las costumbres y modos de gestionar las transacciones, un pilar que ha resultado especialmente fundamental durante la pandemia para asegurar la supervivencia del comercio local y de la economía nacional. Así lo atestigua, concretamente en nuestro país, el Informe Adyen para el Retail 2020, que refleja, entre otras tendencias, que el 65% de los consumidores prefiere pagar sus compras utilizando métodos alternativos al dinero en efectivo. Por tanto, los directivos de las empresas no solo tienen que replantear el diseño de sus tiendas y seguir el cumplimiento de las normativas, sino que también tienen que encontrar formas de pago que mantengan la seguridad de los clientes, especialmente en los países donde la situación de la COVID-19 no ha mejorado.
Para muchos, el reto es cómo compensar la distancia física que ofrecen los pagos sin ningún tipo de contacto, con un servicio personal y amigable. Tradicionalmente, la desventaja en el punto de venta físico era la falta de cercanía con el comprador, a menos que tuvieran una relación cercana con el personal de la tienda. Pero a día de hoy, si sus datos de pago online y los de la tienda están conectados, se puede reconocer a un cliente desde el momento en que presenta su tarjeta. De esta forma es posible activar todo tipo de beneficios, como agregar puntos de fidelidad directamente al usuario, invitarlo a participar en encuestas de consumidores, o ayudarle a suscribirse a un servicio.
Una cartera digital adaptada a las dinámicas de consumo
La innovación tecnológica permite a los comercios adaptarse a los futuros retos que están por llegar y a la evolución natural del comportamiento del cliente. Los cambios en la actividad del mercado han puesto en evidencia la relevancia de diferentes instrumentos de pago como en este caso el e-wallet, basado en el concepto de cartera o de billetera tradicional, pero adaptado al mundo digital.
A día de hoy, los e-wallets proporcionan simplificación, agilización y han fomentado enormemente el desarrollo de nuevas posibilidades para los medios de pago posicionándose como una gran opción para empresas de cualquier sector, desde moda o restauración hasta movilidad, ya que el flujo de pago se completa dentro de la aplicación.
Su tecnología facilita el pago de los clientes y que estos puedan realizar a su vez transferencias, abonar suscripciones, o disponer de información actualizada sobre el presupuesto o saldo disponible en la cuenta. Además, utilizan una tecnología de cifrado, de forma que al pagar con el monedero electrónico, la tienda nunca puede acceder a los datos de las tarjetas ni a los de las cuentas del usuario.
Con esta aplicación los comercios son capaces de agilizar los procesos de pago, permitiendo ahorrar un tiempo considerable en todo el proceso de compra. Además, al utilizar el panel de administración de un e-wallet es posible gestionar toda la información sobre los pagos recibidos. Para ello es necesario contar con un terminal de punto de venta adecuado, como la gama de terminales de punto de venta certificados de Adyen, con opciones flexibles para ajustarse a cualquier tipo de comercio y un único panel de control para ver todos los terminales de punto de venta, encargar dispositivos nuevos y gestionar las configuraciones de estos.
Está claro que debemos buscar lo que necesitan los comercios y lo que piden los consumidores, por ello propiciamos precisamente la innovación y digitalización de las empresas para que sus clientes utilicen su método de pago favorito con una experiencia de pago personalizada, ya sea app, online o en tienda sin importar donde estén. No solo hemos sido los primeros en integrar las diferentes ofertas de e-wallet del mercado, sino que en función de las necesidades del comercio contamos con diferentes formas de realizar una integración de pagos siguiendo nuestra principal meta: ofrecer a los consumidores una mayor comodidad y opciones a través de las últimas tecnologías de pago digital, al tiempo que eliminamos complejidades operativas.