El fraude digital se ha convertido en una lucrativa fuente de ingresos para los ciberdelincuentes, tanto en el comercio electrónico como en otros ámbitos online. Esto significa que es fundamental que los consumidores se informen y estén al tanto de las últimas estafas y métodos de fraude.
En un estudio realizado por el INCIBE en junio de este año, el 92 % de los consumidores españoles reconocen no tener suficiente formación sobre ciberriesgos. Esto resulta preocupante porque significa que dichos consumidores pueden haber sido objeto de ataques y no ser conscientes de este hecho.
La gente trabaja a distancia, compra por Internet y participa en el comercio digital mucho más que antes de la pandemia. No estar suficientemente familiarizado con los tipos de fraudes online, siempre cambiantes, aumenta la probabilidad de ser víctimas de una estafa. Entender cómo operan los estafadores y cuáles son las características de una contraseña segura, además de revisar periódicamente tus cuentas personales, resulta de gran ayuda para mantenerse a salvo.
Al igual que los ciberdelincuentes se han adaptado a los hábitos cambiantes de los consumidores, estos también tienen que estar al día respecto a la evolución de las tendencias de fraudes y robos. Por eso, es clave tener en cuenta algunos consejos para poder mantenerse a salvo a la hora de realizar compras online.
- Cuidado con las estafas «nigerianas»: aunque existen desde hace tiempo, están evolucionando rápidamente y siguen siendo populares entre los estafadores, porque resultan increíblemente eficaces. La premisa básica es que se promete algo (una gran cantidad de dinero, mercancías, servicios, etc.), pero antes hay que adelantar una cierta cantidad de dinero.
La variante más reciente es una estafa por correo electrónico y SMS en la que se pide a los consumidores que paguen una tarifa para acceder a un paquete que ha llegado a una oficina de mensajería. Los consumidores son dirigidos a una página en la que introducen los datos de su tarjeta de crédito o ingresan dinero en una cuenta.
Para protegerse de estas estafas, los consumidores pueden comprobar las direcciones URL de los sitios web enviados por correo electrónico o SMS, ponerse en contacto con la entidad de la que presuntamente procede el mensaje para confirmar su autenticidad, e incluso consultar el sitio web de la entidad o buscar en Internet avisos de estafa o fraude relacionados con la misma. A menos que se verifique la legitimidad de la solicitud, nunca hay que pagar nada por adelantado. Ten en cuenta que si suena demasiado bien para ser verdad, casi siempre es mentira.
- Usar contraseñas seguras y únicas – Las contraseñas son un punto débil en la lucha contra la ciberdelincuencia. Datos del gestor de contraseñas LastPass muestran que, aunque el 92 % de los usuarios saben que utilizar una variación de la misma contraseña es arriesgado, el 65 % suelen emplear la misma contraseña o variantes de ella de todos modos. Por su parte, la operadora de telecomunicaciones Verizon indica que el 80 % de las violaciones de la seguridad de los datos están relacionadas con las contraseñas, mientras que Eurostat señala que el 7 % de los españoles han sido víctimas de un robo de identidad.
Los robos de identidad pueden tener consecuencias devastadoras. Este fraude online se produce cuando las personas envían involuntariamente sus datos personales a los estafadores (generalmente tras un ataque de phishing) o ven expuestos sus datos cuando los piratas informáticos acceden a las bases de datos o los sistemas de una empresa.
Para protegerse contra los robos de identidad, es recomendable usar contraseñas seguras y cambiarlas con regularidad, no compartirlas nunca con nadie y no reutilizarlas. Tampoco deben responder jamás a correos electrónicos o mensajes de texto en los que se les pida que compartan información personal.
Tu banco nunca te solicitará esta información por correo electrónico o mensaje de texto y tampoco lo hará ningún servicio de paquetería o cualquier otra institución que necesite legítimamente tu contraseña, número de tarjeta de crédito, número de cuenta bancaria, número de carné de conducir, número de identidad, correo electrónico o nombre completo.
- Mantén controlada tu información personal – Estar atento y revisar periódicamente tus datos (incluyendo la comprobación regular de tus cuentas bancarias, los extractos de las tarjetas y el historial crediticio) puede ayudar a detectar a tiempo cualquier actividad no autorizada. Configura la privacidad de tus cuentas de redes sociales en el nivel más alto y oculta tus listas de amigos. Esto evitará que algún ciberdelincuente clone tu cuenta y pida dinero a tus amigos en tu nombre con la excusa de una emergencia. Implementa la autenticación de dos factores en todos los servicios que la ofrecen (que ya son la mayoría, desde tu proveedor de pagos hasta tu servicio de correo electrónico y las redes sociales). Mantén actualizado el software de tu ordenador y teléfono móvil, porque estas actualizaciones suelen incluir importantes mejoras de seguridad.
Mantenerse por delante de las ciberamenazas requiere un esfuerzo continuo, tanto para las empresas como para los consumidores. La tecnología, como la biometría y los gestores de contraseñas, puede ayudar, pero la sensibilización continua es la forma más eficaz que tenemos para combatir el fraude.