Tan solo seis años nos separan del origen de FlixBus. En ellos, la compañía ha trabajado incansablemente para cambiar y mejorar la forma en que miles de usuarios viajan por el mundo. Concebida como una combinación de start-up tech, plataforma de ecommerce y compañía de transporte, FlixBus ha crecido hasta convertirse en la mayor red europea de autobuses. Hoy en día se enorgullece de haber ayudado a más de 100 millones de viajeros. Con esta magnitud, no es de extrañar que en 2016 decidiera elegir a Adyen para gestionar los pagos.

Los datos y la movilidad, de la mano

Hoy en día es innegable que los datos son una parte clave de cualquier compañía relacionada con la movilidad y FlixBus no es ajena a esta realidad. Un 25% de sus empleados se centran en el desarrollo y un 30% en los datos, lo que explica por qué tan a menudo se considera a la compañía una start-up tecnológica antes que una empresa de transportes al uso. La gestión de los datos permite extraer conclusiones del comportamiento de los usuarios, detectando dónde se produce el mayor número de reservas para mejorar el servicio e incorporar más paradas, nuevos destinos o modificar los precios para hacerlos más atractivos. 

Por si esto fuera poco, la colaboración con Adyen ha aportado a FlixBus la agilidad y flexibilidad necesarias para dar el salto al mercado estadounidense, donde sus principales objetivos incluían la reducción del número de transacciones rechazadas y el impulso de las tasas de autorización.

El futuro de la movilidad 

La movilidad es un tema candente y el grupo Flix se encuentra a medio camino entre el transporte tradicional y las nuevas redes de transporte ‘verdes‘. Por ello, la compañía dedica cada vez más peso al desarrollo de alternativas sostenibles y responsables con el medio ambiente, sin abandonar su compromiso con la comodidad del usuario. Actualmente, su flota ya incluye autobuses eléctricos y el año pasado lanzó el primer tren FlixTrain.