La tecnología ha facilitado la proliferación de nuevos sistemas y herramientas que permiten una mejor optimización de toda clase de tareas. En el ámbito de la logística, el transporte y el almacenamiento de mercancías encontramos uno de los frentes en los que más se ha innovado y mejorado en los últimos años.
Lejos han quedado las cargas manuales de grandes pesos, la desorganización y la falta de automatización. Los almacenes modernos tienen un control total de los productos que hay en su interior, actualizaciones en tiempo real de todo movimiento, inventarios mucho más frecuentes y, sobre todo, maquinaria ideal para poder mover cualquier carga con la mayor facilidad posible. ¿La mejor muestra de ello? Las carretillas retráctiles.
¿Qué aportan las carretillas retráctiles a la gestión de almacenes?
La mejor pregunta no es qué aporta, sino más bien qué no aporta. Una Carretilla retráctil es ya parte indispensable en un almacén de grandes dimensiones. Rara es la gran superficie que no cuenta con este híbrido entre herramienta y vehículo y con operarios especializados en su manejo.
Son máquinas que, además, han evolucionado considerablemente en la última década. Las carretillas modernas cuentan con pantallas superiores de protección para evitar daños por la caída de carga o cualquier mercancía mal colocada. Incluso, hay modelos que cuentan con sistema de cámaras para que el operario pueda ver perfectamente la mercancía al colocarla.
Toda esa mezcla de innovación y facilidades hace que el trabajo en un almacén sea mucho más eficiente. De hecho, esa es la palabra clave de lo que aporta una buena carretilla retráctil, o una flota de estas, a la gestión de almacenes: eficiencia.
Mejor distribución de mercancías y mayor rendimiento de trabajo
La eficiencia lleva a una mayor productividad, y esta a más beneficios para el negocio. Pero, ¿cómo se llega a eso con estas carretillas? Sencillo, con el fácil transporte de todos los elementos del almacén. Su principal función es el apilado en almacenes de grandes alturas, no tanto el movimiento dentro del almacén, incluso de aquellas que superan la tonelada, con lo que eso implica para los operarios.
Se puede hacer una mejor distribución de cargas sin importar su tamaño y peso, replantearlo todo para que sea más accesible incluso en almacenes más pequeños. Las mercancías se pueden colocar más estratégicamente y, gracias al diseño reducido de las carretillas, estas pueden moverse con soltura incluso en los pasillos más estrechos.
Gracias a esto, el traslado de cargas es mucho más rápido, incluso para elevarla por encima de los 12 metros. Los trabajadores están en un entorno más seguro, no tienen problemas para controlar productos de gran peso y volumen y, además, se pueden mover con rapidez con ellos gracias a la potencia de estas carretillas.
Poseen un conjunto de características que las han vuelto imprescindibles para operar y organizar cualquier almacén. Además, no requieren una gran formación. Cualquier operario puede dominar una carretilla en poco tiempo, lo que permite que todo el personal de almacén pueda manejar mercancías sin complicaciones y, en definitiva, todos puedan colaborar en la organización o transporte.
Lo mejor es que las carretillas de tipo retráctil no dejan de evolucionar y, con el paso del tiempo, siguen mejorando para dar a los trabajadores y almacenes más comodidades, más seguridad, más facilidades y, en definitiva, una mayor productividad. Son absolutamente imprescindibles.