La firma de moda Brava Fabrics, nacida en 2015 de la mano de Ramón Barbero e Iván Monells y popular por sus camisas y camisetas estampadas, cierra una ronda de financiación de cerca de 360.000€ a través de La Bolsa Social. En esta ocasión, la ronda destaca por ser la primera intervención del Club de Impact Angels, el primer club de inversión privada, impulsado por la Bolsa Social, que pone el impacto en el centro de su estrategia. La misión del club es simple: universalizar la inversión de impacto entre los business angels.
Estamos muy satisfechos pues esta ronda responde a un cambio en la tesis de inversión, donde además de apostar por el beneficio nuestros socios apuestan por el cambio social y medioambiental. No solo es un éxito para Brava si no para todas las marcas responsables.
Ramón Barbero, CEO y Co-Fundador de Brava Fabrics.
La campaña llevada a cabo en la Bolsa Social ha sido una ronda de consolidación. Así, el capital se destinará principalmente a seguir reformando sus canales de venta y optimizando sus procesos logísticos.
Brava Fabrics, la clave del éxito en la omnicanalidad
La empresa nació con el objetivo de apoyar la transición ecológica de este sector desde la creatividad y la originalidad, apostando por prendas en las que desde los tejidos hasta los botones, pasando por las etiquetas y el packaging, cuentan con certificaciones que aseguran su mínimo impacto ambiental, pero en las que el diseño tiene un peso fundamental.
Su modelo de negocio consiste en diseñar prendas textiles que fabrican a través de su red de proveedores (la mayor parte de la producción se centraliza en Portugal) y luego comercializan. Aunque comenzaron vendiendo sus productos únicamente a través de Internet, pronto se dieron cuenta de que la clave del éxito era la omnicanalidad. Hoy, además de en su tienda online, sus productos se venden en 30 marketplaces como Amazon o Zalando, en 200 tiendas multimarca y en sus dos tiendas físicas de Madrid y Barcelona.