Tras un estudio que se ha llevado a cabo durante dos años, la Comisión Europea ha exigido a Apple que abone los 13.000 millones de euros – más intereses ($ 14.5 millones de dólares)- a Irlanda por haberse beneficiado de rebajas fiscales que alteraban la competencia entre los años 2003 y 2014.
Como se puede ver en el gráfico realizado por Statista, Apple ha pagado 4.890 millones de dólares en impuestos sobre la renta fuera de los Estados Unidos cuando debería haber desembolsado 14.500 millones de dólares. Según informan desde la Comisión Europea, esto se debe a que la tecnológica estadounidense llegó a un acuerdo con Dublín que le permitió pagar solo el 1% en impuestos por sus beneficios de 2003. Año a año, esta tasa se vió reducida hasta el 0,005% en 2014. Para poner esto en perspectiva, Apple ha pagado una tasa del 26,1% en Estados Unidos, sumando un impuesto de la renta de casi 60.000 millones de dólares entre 2003 y 2014.
Tanto Apple como Irlanda ya han negado las alegaciones de la Comisión y ha anunciado que van a apelar contra ella. Aún así, la Comisión Europea no ha desistido y lanza a las multinacionales un claro mensaje de que en la Unión Europea aprovecharse de la ingeniería fiscal no sale gratis. “Han reducido artificialmente la factura fiscal de Apple y queremos enviar un mensaje claro: los Estados no pueden dar ventajas fiscales a las empresas, da igual que sean grandes o pequeñas, extranjeras o europeas”, ha afirmado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.