En el momento en el que decidimos poner en marcha un negocio, sabemos qué es lo que vamos a ofrecer y a quién nos vamos a dirigir, pero tener claras estas dos cuestiones no es un proceso sencillo ni rápido. Es fundamental conocer en profundidad a nuestro público, sus necesidades, deseos, preferencias, hábitos de consumo y el comportamiento habitual que éstos tienen ante el proceso de compra. De esta forma, podremos adaptarnos a ellos y conseguir que se decanten por nuestros productos o servicios antes que por los de la competencia.
Ofrecer distintos canales de venta y poder combinarlos entre sí, se trata sin duda de una ventaja diferencial muy valorada por los consumidores, pero además de esto, el hecho de que el usuario pueda elegir entre multitud de métodos de pago alternativos, se está convirtiendo en un aspecto necesario. De esta forma, el consumidor puede elegir cuándo, dónde, y cómo quiere finalizar su compra, pudiendo escoger el método de pago que más le guste, más cómodo le parezca o mayor seguridad le transmita.
Los hábitos de los consumidores han evolucionado mucho en poco tiempo, cambiando la forma, el momento e incluso, el lugar donde deciden finalizar el proceso de pago. En la actualidad, los métodos de pago utilizados por los usuarios, varían si tenemos en cuenta factores como el país de origen o residencia, la edad, el importe de la compra o incluso, el momento y el tiempo del que disponen para llevar a cabo el pago.
Entre los métodos de pago más habituales en el comercio electrónico, encontramos diferencias si tenemos en cuenta el país donde se realizan las compras. Por ejemplo, en Alemania, la forma más común de abonar las compras es a través de las transferencias bancarias, en Filipinas es el contra reembolso, en España las tarjetas y en China las billeteras electrónicas. Si, además, tuviéramos en cuenta la edad de los compradores, seguro que encontraríamos diferencias, ya que los métodos de pago utilizados por los Baby Boomers, la Generación X o los Millennials no son los mismos. Cuando ponemos en marcha un negocio, debemos pensar de forma global y actuar en local para llegar al mayor número de consumidores, independientemente de sus preferencias.
Integrar múltiples métodos de pago o realizar el análisis de comportamiento y necesidades de los clientes parece una misión fácil, pero puede llegar a convertirse en un largo camino lleno de intermediarios. Existen en el mercado pasarelas de pago que ayudan a alcanzar los objetivos de los comercios, ofreciéndoles servicios que permiten tener una experiencia de usuario 360º, múltiples métodos de pago y además informes y análisis de las ventas con los que poder llevar un control del negocio. Las pasarelas de pago han evolucionado adaptándose a las nuevas tecnologías y gracias a esto pueden ofrecer al mercado soluciones de pago integradas, omnicanales, seguras y rápidas para que puedas olvidarte del pago y centrarte en tus clientes.
Un ejemplo claro en España de pasarela de pago que centra todos sus esfuerzos en conseguir que el pago sea completamente invisible para los comercios es Sipay Plus , que gracias a sus más de 25 años de experiencia en el sector se posiciona como referente en el sector y sigue innovando para que sus clientes estén siempre a la vanguardia de las últimas tecnologías en medios de pago.
Desde el Departamento de Comunicación de Sipay, pasarela de pagos española con 25 años de experiencia en el sector, señalan “Apostamos por la invisibilidad del pago, facilitando y agilizando al máximo el proceso de checkout de nuestros clientes, ofreciéndoles aquellos métodos de pago que mejor se adapten a sus consumidores, gracias a la información que obtenemos de ellos durante todo el proceso. De esta forma, verán cómo su tasa de conversión se incrementa, logrando fidelizar a sus consumidores y pudiéndoles convertir en prescriptores de su marca.”