Comenzar con el pie derecho en una gestión empresarial se vuelve un aspecto fundamental para cualquier profesional, sin importar la rama en la que actúe. Años de experiencia laboral pueden ser de mucha ayuda, pero es significativo reconocer que siempre habrá algo nuevo por aprender.

El gerente es una pieza clave dentro de la estructura organizacional y son innumerables las habilidades que se esperan en él. Se necesita de alguien proactivo y con visión estratégica, que sea capaz de anticiparse a las situaciones difíciles conformando equipos de trabajo acorde a las necesidades. En definitiva, se espera a un líder y no solo a un buen administrador.

Aprender jugando

El juego se ha mantenido a lo largo de los años como uno de los métodos más efectivos en el área de la educación y aunque por momentos se lo vincula solo a los niños, los adultos pueden sacar mucho provecho de él. Todo aprendizaje que adquirimos jugando, queda fijado en la memoria de manera significativa.

El juego permite, entre otras cosas, la promoción de la creatividad, el desarrollo de la imaginación, el estímulo de nuevas vías de comunicación, el desenvolvimiento del pensamiento lateral y el aprendizaje de técnicas de solución de conflictos. Pero para que todo esto sea posible, es necesaria la búsqueda y actualización constante sobre las diversas estrategias existentes en el mercado para conseguir el objetivo propuesto.

Las capacidades intelectuales no son un elemento invariable a lo largo de nuestra vida y como la mente no es algo que pueda desperdiciarse, enumeramos algunas sugerencias que pueden ser útiles:

1. Los juegos de estrategia estimulan el rendimiento mental y el pensamiento crítico, lo que viabiliza mejores maneras para enfrentarnos a problemas y retos de la vida práctica. Si bien los videojuegos han estado sentados en el banquillo de acusados por la adicción que pueden producir en los jóvenes, algunos estudios recientes relacionan su uso con la mejora de las capacidades mentales, como la memoria a corto plazo. Al mismo tiempo, los videojuegos entrenan a nuestro cerebro a ser más flexible y a reaccionar a la información nueva con mayor velocidad.
2. Existen técnicas como el Gamestorming, concepto que se usa para referir a los juegos de brainstorming (o tormenta de ideas). Muchos de los gurús de la actualidad en el campo de la innovación trabajan con este concepto cotidianamente. En el año 2010 fue lanzado el libro «Gamestorming: 83 juegos para innovadores, inconformistas y generadores del cambio« de la mano de Dave Gray, James Macanuto y Sunni Brown cuyo objetivo es justamente, hilar fino sobre el tema. En la primera fase, se trabaja sobre un reto creativo, en la segunda se exploran y generan ideas (mientras más, mejor) y en la tercera, mediante un proceso divergente, se seleccionan aquellas ideas que se consideren mejores.

   

3. Mantener en forma a nuestra mente debería ser un objetivo diario tan importante como el de mantener un buen estado físico. Los juegos mentales tales como crucigramas, autodefinidos, jeroglíficos o sopas de letras ponen en marcha al cerebro con un único fin: solucionarlos. Este tipo de gimnasia mental a través del juego tracciona sobre habilidades importantísimas como la lógica, la concentración, la memoria y la constancia.
4. Internet es una fuente inagotable de recursos y hoy en día es posible encontrar a disposición partidas de juegos en línea que años atrás solo podían disputarse encontrándose cara a cara. Los juegos de casino son un claro ejemplo de este avance y aunque no se los relacione automáticamente como «educativos», podemos sorprendernos positivamente sobre sus contribuciones a nuestro desarrollo. El blackjack y sus estrategias de juego, colocan al jugador en posiciones desafiadoras en las que deberá tomar decisiones que pueden afectar el resultado de la partida. El uso de las probabilidades estadísticas es una de las estrategias más empleadas, que se trata nada más y nada menos que del estudio del azar desde el punto de vista de las matemáticas. Si llevamos esta habilidad al ámbito gerencial, podríamos aprender a prever con «cierto grado de certeza», posibles acontecimientos futuros que nos interesen.
5. El ajedrez es un clásico que no pasa de moda. Este pasatiempo cuenta con innumerables virtudes que van más allá del entretenimiento propiamente dicho. En las últimas décadas, se han estudiado los resultados de su aplicación en el combate contra el estrés, un enemigo muy conocido por aquellos que ocupan cargos de mando dentro de una empresa. Por ende, quizás sea una buena idea tener varios tableros en la oficina a disposición de cualquier miembro del equipo de trabajo.

   

6. La paciencia es una de las habilidades más difíciles de cultivar, sobre todo porque la vorágine cotidiana en el mundo de los negocios puede volvernos un poco ansiosos. Los rompecabezas o puzles (al menos de más de 500 piezas) sirven para desarrollar esta virtud tan deseada al ser un desafío complejo de resolver en poco tiempo. Si bien no todas las personas son asiduas a este hobby, resolver uno de vez en cuando puede volverse una terapia ocupacional que marque la diferencia a largo plazo.

   

7. La teoría conocida como «de la reserva cognitiva» concluye que mientras más uses el cerebro y lo mantengas activo, más lejos estarás de las enfermedades cerebrales. Habrás escuchado decir en más de una oportunidad, que se trata de un músculo que debe ser ejercitado. Según el neuropsicólogo José Antonio Portellano “con el cerebro ocurre lo contrario que con las carreteras: cuanto más se usa, menos se desgasta”. Y si bien un gerente ejercita su cerebro a diario es necesario encontrar otros caminos más placenteros para hacerlo. Y el juego puede ser uno de ellos.