La principal consecuencia de no abordar la transformación digital en una empresa a medio plazo será la desaparición de la misma por obsolescencia. Así lo considera el 60% de los empleados del sector empresarial español según muestra un análisis realizado por escuela de negocios The Valley Digital Business School a partir de encuestas enviadas a profesionales de diferentes industrias. Quienes, además, en 7 de cada 10 de los casos sitúan a España a la cola en cuanto a innovación tecnológica en los negocios al compararla con el resto de países de referencia.
El problema, tal y como asegura la mitad de estos profesionales, es que no se conocen los beneficios que trae consigo la digitalización. Entre esas ventajas, destacan: mayor eficiencia (73%), crecimiento de la competitividad (70%) y procesos más ágiles (68%). El Sector Servicios, Textil y Distribución, y el de Banca y Seguros añaden una más: la consecución de una mejor relación con el cliente, con el 78% y 68%, respectivamente.
Estructura tradicional, el principal impedimento para la digitalización
La transformación digital es un proceso integral de cambio en las compañías que busca incrementar la competitividad en un nuevo entorno de mercado y que mejora la eficiencia en la gestión. Para llevarla a cabo, toda entidad debe acometer modificaciones globales en su cultura empresarial, modelo de negocio, procesos de trabajo, relación con los clientes, tecnología, productos y oferta al mercado, así como en la propia organización, involucrando a todos los departamentos y equipo.
A este respecto, a la hora de analizar cuáles son los impedimentos que están propiciando una situación de desventaja en la empresa española, casi 8 de cada 10 piensan que la causa principal es el hecho de tener una dirección y estructura tradicional. Seguido de la falta de formación de la plantilla en cuestiones digitales, la poca asunción de riesgos e inmovilismo, ambos con un 62% de adeptos, y la utilización de procesos obsoletos (51%).
Tal y como asegura la escuela de negocios, el organigrama de las compañías debe ser flexible para adaptarse al cambio, huyendo de las estructuras rígidas. Hay que apostar por equipos que cuenten con responsabilidades en todos los ámbitos para tener una visión global del negocio sin separar perfiles digitales de analógicos. El reto consiste, entonces, en saber trasladar la necesidad del cambio de cultura donde las estructuras estén en constante proceso de renovación.
Aunque la digitalización está experimentando un mayor impulso en estos últimos años, cerca de la mitad de los profesionales consultados considera que, en su sector, las estrategias de transformación digital tienen una prioridad media. Reflejo de ello es que el 70% opine que los recursos destinados a este fin sean insuficientes.
En cuanto al nivel de digitalización por industrias, la percepción varía. El 45% de los encuestados pertenecientes al sector de Marketing, Publicidad y Comunicación, así como al de Telecomunicaciones y Tecnología, cree que su sector se encuentra bastante digitalizado. Todo lo contrario ocurre con Banca y Seguros, ya que el 47% de los profesionales de esta industria afirma que su campo profesional está poco avanzado en este aspecto.
Pero, ¿cuáles son los principales indicadores que permiten conocer el grado de digitalización de una empresa? Según este informe elaborado por The Valley Digital Business School: tener un personal formado en últimas tecnologías (79%), la utilización de procesos y herramientas innovadoras (71%), contar con comités directivos proclives a implantarlas (70%) y la capacidad de adaptarse a nuevas tendencias (68%).
La formación digital, muy relevante para acelerar el proceso
La formación en materia digital es fundamental para llevar a cabo la transformación en las empresas. Así lo considera el 99% de los profesionales consultados. La asimilación de una nueva cultura hace preciso formar específicamente a los profesionales de cada ámbito para que integren los conceptos y herramientas digitales en su realidad laboral. Algo que sería necesario impulsar destinando tiempo obligatorio a este tipo de programas, según opina más de la mitad, y cuyos costes fuesen asumidos por la propia empresa (38%).
Según los profesionales, el nivel de formación del personal que actualmente lleva a cabo las labores de digitalización en sus respectivas empresas es principalmente no reglada (79%), tratándose en su mayoría de cursos y seminarios sobre el sector digital (40%).
Para más de la mitad de los encuestados de la industria de las Telecomunicaciones y Tecnología, lo ideal sería que la formación se impartiera en mandos intermedios. Lo mismo ocurre con los sectores de Auditoría y Consultoría, y de Marketing, Publicidad y Comunicación.
Por su parte, los de Banca y Seguros, y Servicios, Textil y Distribución, creen que la formación en materia digital debería centrarse en el Comité de Dirección, con un 74% y un 42% respectivamente. Opción que, según la propia escuela de negocios, es el camino más efectivo de la transformación digital, puesto que permite tomar las decisiones necesarias que completan el cambio de cultura que implica este proceso.