IAB Spain, la asociación de la publicidad, el marketing y la comunicación digital en España, ante el posible impacto de la propuesta de Reglamento de e-privacy y como miembro de IAB Europe, expone las posibles consecuencias de la regulación tal y como está planteada en la actualidad.
Evolución del Reglamento
En mayo de 2016 se aprobó el Reglamento General de Protección de Datos, la nueva norma que se aplicará al tratamiento de datos a partir de mayo de 2018 sustituyendo a la LOPD. El Reglamento refuerza la privacidad de los usuarios, fomentando la información que reciben sobre el tratamiento, y ampliando los derechos que tienen sobre sus datos, entre otras muchas novedades a aplicar por el sector digital. Después de la aprobación de este texto, en Europa se está discutiendo un nuevo Reglamento de e-privacy, aplicable de forma específica a la privacidad en el entorno digital y que establece las normas concretas para este escenario, limitando la publicidad basada en datos, con exigencias difíciles e incluso imposibles de cumplir y en desventaja con otros sectores.
Si bien la propuesta de Reglamento de e-privacy tiene unos objetivos loables (mejora de la privacidad de los datos de los usuarios de Internet europeos), si la norma se aprueba tal y como está planteada actualmente, dañará irreparablemente al conjunto del sector digital y tendrá un impacto negativo en la vida cotidiana de los medios de comunicación, del entorno empresarial y de los consumidores europeos.
Recordemos que la contribución de la publicidad digital a la economía europea asciende a 118.000 millones de euros, así como también un importantísimo valor en el terreno laboral ya que según los últimos estudios, en 2015 un millón de puestos de trabajo en la UE-28 dependían directamente de la publicidad digital (dicha cifra incrementa en seis millones si se tienen en cuenta sus efectos).
La norma establece que para que se puedan instalar las comúnmente llamadas cookies y otros dispositivos de almacenamiento, que son necesarias para el funcionamiento de internet y para la publicidad digital, el usuario tendrá que configurar su navegador de internet para que se instalen, ya que por defecto este habrá de estar configurado para no recibirlas.
En la actualidad, la publicidad basada en datos y la inversión que genera hace posible que se pueda financiar el periodismo de calidad y plural. Disminuyendo este ingreso, también se reducirá la financiación para la variedad de contenido de los medios de comunicación, poniendo en peligro incluso a los editores independientes. Para el consumidor esto significa muchas menos fuentes independientes de información y menos diversidad de opinión. Además, los consumidores pueden dejar de percibir los servicios de forma gratuita.
Para Antonio Traugott, Director General de IAB Spain, “todavía estamos a tiempo de adoptar un texto que proteja la privacidad de los usuarios a la vez que permite que el sector digital siga creciendo”.
“Centrar la privacidad de los usuarios en un consentimiento previo y general no es realista. Las medidas tendrían que ir dirigidas a empoderar a los usuarios a través de información y capacidad de elección aportada directamente desde las páginas o los medios que utilicen. Planteamiento que ya recoge el Reglamento General de Privacidad ya se aportan garantías suficientes para proteger la privacidad de los usuarios”, según Paula Ortiz, Directora de Relaciones Institucionales de IAB Spain.
Con la finalidad de dar a conocer las posibles consecuencias de esta normativa, IAB Europa (de la que forma parte IAB Spain) junto a otras asociaciones publicitarias europeas European Publishers Association (EPC), European Association of Communications Agencies (EACA), Association of Television and Radio Sales Houses (EGTA), European Magazine Media Association (EMMA), European Newspaper Publishers Association (ENPA), Federation of European Direct and Interactive Marketing (FEDMA), World Federation of Advertisers (WFA), Association of European Radios (AER), Association of Commercial Television in Europe (ACT), han creado una serie de vídeos para conocer la realidad del mercado digital y las posibles consecuencias de una regulación demasiado estricta.
- App-ocalypse (http://www.likeabadmovie.eu/app-wasteland/)
Las empresas de tecnología detrás de algunas de las mejores aplicaciones del mundo a menudo dependen de los ingresos publicitarios basados en datos para ofrecer sus aplicaciones de forma gratuita. Sin la publicidad, el modelo de negocio desaparece. Menos ingresos significarán menos iniciativas y eventualmente menos aplicaciones para los consumidores.
- Wake up. Pay up (http://www.likeabadmovie.eu/rude-awakening/
Los europeos prefieren acceder a contenido y servicios de forma gratuita, no obstante esta gratuidad puede verse mermada sin anuncios basados en datos. De un día para otro, los consumidores podrían encontrarse con un modelo de internet que les obligue a pagar por los servicios que usan.
- True or False? (http://www.likeabadmovie.eu/limiting-todays/)
Los ingresos publicitarios basados en datos ayudan a hacer posible el periodismo de calidad. Disminuyendo este ingreso, la financiación para esta variedad de contenido de los medios de comunicación se verá reducida. Los editores independientes se verán reducidos e incluso pueden desaparecer. Para el consumidor esto significa muchas menos fuentes independientes de información y menos diversidad de opinión.
- Mr Happy (http://www.likeabadmovie.eu/mrhappy/)
La Comisión Europea trató de facilitar a los consumidores europeos la gestión de la privacidad de sus datos online. Sin embargo, las reformas propuestas por el Reglamento de e-privacy requerirán que los consumidores establezcan la configuración de privacidad para cada sitio web, en cada navegador y en cada dispositivo que utilicen. Estos se verán bombardeados con preguntas, lo que puede resultar en consumidores confundidos e inseguros de lo que realmente significa «dar el consentimiento».
Al revisar el Reglamento de e-privacy, la Comisión Europea se propuso reforzar la confianza y la seguridad en el mercado único digital. Pero si no se modifica el texto actual, las reformas propuestas serían terribles para los consumidores europeos. Los reguladores aún están a tiempo de reducir el daño incluyendo otras bases legales para el tratamiento de datos (por ejemplo, interés legítimo), alentando a los consumidores a que estén mejor informados y alineando el texto con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).