Los ministros de Finanzas de la Unión Europea han dado luz verde a un paquete legislativo que modificará las reglas del IVA para el comercio digital en toda la región.
A partir de 2030, entrarán en vigor nuevas normativas que buscan aliviar la carga fiscal sobre los pequeños empresarios y combatir el fraude en el IVA, un problema persistente en el comercio transfronterizo.
La reforma establece que todas las empresas que realicen ventas de bienes y servicios sujetos a IVA en otros países de la UE deberán reportar, en tiempo real, cada transacción a través de un sistema digital.
Aunque a primera vista esta medida podría parecer un aumento de la burocracia, el proceso se simplificará gracias a un sistema de ventanilla única para el IVA, que permitirá a las empresas registrarse una sola vez y gestionar todas sus transacciones internacionales a través de una plataforma digital. Esto reducirá significativamente la carga administrativa comparado con el sistema actual, en el que las empresas deben informar trimestralmente sobre sus ventas transnacionales.
Combate al fraude y nuevas obligaciones para plataformas de alquiler
Una de las principales razones detrás de este cambio es el intento de frenar el fraude fiscal, ya que el sistema vigente permite que algunos defraudadores evadan el IVA aprovechando las lagunas en la legislación.
Al implementar la notificación en tiempo real, la UE espera cerrar estos vacíos. Además, la reforma afectará a las plataformas de alquiler de viviendas, como Airbnb y Booking.com, que también deberán recaudar el IVA de los usuarios y transferirlo a las autoridades fiscales correspondientes. Esta medida se busca fortalecer la lucha contra la evasión fiscal en sectores emergentes del comercio digital.
El Parlamento Europeo ya ha aprobado estas medidas, que ahora deben ser publicadas en el Diario Oficial de la UE y adaptadas a las leyes nacionales de cada Estado miembro. La infraestructura técnica necesaria para la implementación de este sistema digital de declaración del IVA está en desarrollo y se prevé que esté lista para su uso a partir de 2030.