Hace unos días leía un informe de Stripe sobre el estado actual del sector de la movilidad y del impacto en la sociedad del concepto de Mobility as a Service (MaaS) como elemento dinamizador de este sector.
Entre sus principales conclusiones, el informe señala que el 42% de los europeos preferiría utilizar una única aplicación integrada para gestionar todas sus opciones de transporte. Al mismo tiempo concluye que casi un tercio de los europeos utilizaría una gama más amplia de servicios de transporte si pudiera gestionar todas sus opciones a través de una sola app.
Estos insights coinciden plenamente con las conclusiones del I Estudio de Movilidad Multimodal de GoTo, pionero en analizar la movilidad multimodal en España. En él se explican las razones por las que los usuarios prefieren una única aplicación en la que encuentren diferentes opciones de transporte.
El principal motivo parece claro: la facilidad de uso. Más de tres cuartas partes de los encuestados consideran muy positivo la posibilidad de poder acceder a todos los vehículos con una sola aplicación, y a 7 de cada 10 les gustaría que sólo fueres necesario registrarse y pagar a una empresa. Por el contrario, un 50% de los encuestados citan la necesidad de utilizar diferentes apps y de conocer las diferentes condiciones y tarifas de los distintos proveedores como principales frenos para realizar desplazamientos multimodales.
Otro de los hallazgos del reporte es que existe una clara demanda de facilitar la multimodalidad en las ciudades. Y la gran tendencia que apuntan los más de 2.000 encuestados que participaron en el estudio reclaman más opciones de movilidad, más fáciles de utilizar y más convenientes para combinar diferentes modos de transporte al viajar. De hecho, el 9 de cada 10 usuarios está muy (35%) o bastante (55%) de acuerdo con el hecho de que debería haber más opciones fáciles y cómodas para combinar diferentes modos de transporte.
Además de ser una demanda de los ciudadanos, que mejora sus desplazamientos y los hace más convenientes, poniéndolos en el centro y satisfaciendo sus necesidades, la multimodalidad contribuye también al cuidado del medio ambiente. Al pasar del simple trayecto o desplazamiento a cubrir una necesidad de los usuarios con una orientación Mobility as a Service, encontramos en la multimodalidad un aliado y una alternativa real al vehículo privado, más sostenible y ecológica. Sí, el carsharing eléctrico contribuye a reducir el tráfico -y los odiosos atascos, las emisiones nocivas y la contaminación acústica, alentando la habitabilidad de las ciudades.
Y al igual que los viajeros urbanos cambian y apuestan por la multimodalidad, también observamos cómo las ciudades están transformando su concepto de urbanismo, creando y rediseñando ciudades más habitables. Por ejemplo, en Europa encontramos ejemplos en los que inspirarnos como Helsinki, en la que la última milla es clave en sus estrategias de movilidad y en el que la colaboración de empresas públicas y privadas es clave para ofrecer un servicio público multimodal para los ciudadanos.
Ahí reside el secreto: en el trabajo conjunto de empresas privadas y públicas, en el uso de la mejor tecnología y una orientación customercentric. Solo así la multimodalidad dejará de ser una palabra de moda y se convertirá en una realidad, necesaria para las personas, el medio ambiente y las ciudades. Nosotros ya la llevamos en el ADN. ¿Y vosotros?