En junio del 2007, Steve Jobs conseguía cautivar al mundo con la presentación del iPhone. No fue el primer smartphone, pero sí el que ofrecía las mejores prestaciones. Su llegada provocó una feroz competencia en el sector de la tecnología móvil, que pasó a ser un segmento imprescindible para la sociedad y que ha provocado un cambio radical en nuestras vidas en la última década.
Con el lanzamiento de los nuevos modelos de la manzana, merece la pena echar la vista atrás y analizar lo mucho que el iPhone ha influido en la sociedad moderna y cómo ha sentado las bases de lo que se conoce como The Entitled Consumer, el consumidor con derecho. Esto se escenifica en el cambio de manos del poder que ha pasado de las marcas a los consumidores. Aquí están los ocho principales atributos en las que el iPhone ha cambiado al consumidor según Selligent:
- Consumidores siempre conectados
Consultar el email o chatear eran actividades reservadas para los momentos en los que tenemos acceso al ordenador. La llegada del iPhone ha provocado que mejoren y se amplíen las posibilidades de comunicación al disponer de un mayor nivel de conectividad.
- Los consumidores tienen el poder
La constante conectividad permite grandes flujos de información a los que se accede en el momento. Esto conlleva un nivel de empoderamiento desconocido hasta el momento y una mayor facilidad en la toma de decisiones. Ahora somos capaces de hacer nuestras propias investigaciones, comparar entre opciones y solicitar recomendaciones a amigos o desconocidos. Como resultado, los consumidores están muy bien informados antes de realizar cualquier compra.
- Los consumidores buscan valor
Hoy no nos importa ofrecer información personal, renunciando a cierto nivel de privacidad, a cambio de que las marcas entiendan el contexto en el que nos encontramos, dando lugar a un intercambio de valor. Un ejemplo son las empresas de desplazamientos compartidos, que no existirían sin la posibilidad de utilizar la geolocalización. Los consumidores están dispuestos a ofrecer información cuando a cambio las marcas hacen que su vida sea más fácil.
- Los consumidores demandan diseño y usabilidad
No todo es la mejora de las conexiones y de las características técnicas, también la experiencia que las marcas ofrecen debe mejorar y los dispositivos deben ser fáciles, intuitivos, sencillos y elegantes. El iPhone implantó la idea de que el diseño tiene que ir ligado a cualquier aspecto al servicio de los consumidores y se proyectó la idea de usabilidad en nuestras vidas diarias.
- Los consumidores son egoístas (y eso está bien)
Ya hemos comentado que los smartphones supusieron un aumento del uso de las redes sociales, y con este se aceptó también la autopromoción. Las marcas pueden aprovechar “la cultura del yo» y sacar partido a la información personal que compartimos en nuestras redes sociales para crear experiencias individuales eficientes, frente a las experiencias genéricas para todos los clientes.
- Los consumidores valoran la utilidad
Un smartphone es como la versión tecnológica de un cuchillo suizo. Se puede utilizar para hacer llamadas, enviar mensajes de texto, comprobar el correo electrónico, conectarse a una red social, ejecutar pagos móviles, comprar entradas de conciertos o billetes de avión, realizar un seguimiento de nuestra agenda, etc. El teléfono ha pasado a ser el centro de nuestras vidas y proporciona tanta utilidad que los consumidores esperan que pueda solventar cualquier problema.
- Los consumidores valoran la flexibilidad
Conectados y selectos, hoy queremos tener relaciones con aquellas marcas que nos conmueven, y éstas buscan maneras para obtener ayuda de los consumidores y comunicarse con ellos. Como ejemplo, las personas utilizan cada vez más las aplicaciones para hacer entrega de pedidos a través del teléfono. Las marcas deben estar disponibles donde quiera que esté el consumidor, por eso se han abierto a todas las formas de interacción posibles que ofrece el smartphone.
- Los consumidores tienen breves intervalos de atención
La atención que las personas prestamos a la mayoría de las cosas ha disminuido drásticamente en los últimos años. El gran volumen de mensajes e impactos que recibimos a diario, ahora también en nuestro smartphone, hacen que las marcas ya no compitan únicamente con otras marcas, ahora también compiten contra otras actividades que tienen lugar en el Smartphone en un momento dado. La clave pasa por hacer que los mensajes cuenten y aporten valor.
El primer iPhone provocó una revolución móvil que ha acelerado la transformación en una sociedad digital «siempre conectada». Sin embargo, a pesar de los rápidos avances en hardware, software y sus nuevas características, los valores y principios que hicieron del iPhone un éxito hace diez años se conservan hasta el día de hoy: simplicidad sofisticada y un enfoque casi obsesivo a resolver las necesidades del consumidor. Toda una lección para cualquier marca.
