El eyetracking se está utilizando ya en mucho ámbitos de la vida, aunque con diferentes aplicaciones. Todo apunta a que en 2020 avanzará en campos tan significativos como la sanidad, industria, logística, marketing o transportes. Ya son varios los estudios internacionales que apuntan que el mercado global de eyetracking crecerá un 27,4% anual hasta 2025 (unos 287 millones de dólares en 2018).
En este contexto, Irisbond, compañía pionera en tecnologías de apoyo con el primer software de eyetracking de fabricación y desarrollo 100% español, ha realizado un análisis de los tres sectores en los que esta tecnología innovadora pegará fuerte en 2020.
- Automoción, la tendencia por excelencia
Con el objetivo de crear coches más seguros y avanzados, la combinación entre reconocimiento facial y seguimiento ocular permite obtener información sobre la atención del conductor, el estado de alerta o su concentración al volante. De manera que podemos crear avisos y notificaciones en la conducción.
2. Neuromarketing, para conocer lo que querrán los consumidores
Para la publicidad y el marketing es vital poder conocer la conducta de los consumidores, sus preferencias, sus decisiones y, sobre todo, llegar a predecir sus comportamientos. Para ello emplean técnicas de neuromarketing como el EEG, el eyetracking o los test de respuesta implícita. El eyetracking tiene aplicaciones infinitas, desde usabilidad de software/hardware, testeo de publicidad y producto en comercios, hasta análisis de la concepción de la imagen corporativa…
3. Robótica e industria 4.0, mejora la planificación y precisión con exactitud en entornos seguros
En este sector, la tecnología avanza a pasos agigantados, por ejemplo con aplicaciones en tareas de inspección con cámara, dirigiendo la cámara con los ojos al punto donde se ha de tomar la fotografía de inspección, y dando la orden de disparo de foto mediante guiño del ojo.
También el concepto del “tercer brazo”, que permitiría a personas que en la planta de producción han de manejar cierta maquinaria o herramientas para las que necesitan ambas manos. Por supuesto, servirá también para la inserción laboral de personas con ciertas discapacidades comunicativas a ciertos puestos de trabajo propios de la planta de producción.
«Gracias a los últimos avances en IA y ‘Deep-learning’, estamos evolucionado nuestros desarrollos integrando la mirada en aplicaciones tan diversas como la robótica colaborativa, el neuromarketing o la automoción, sin duda tres sectores que incorporarán muchas novedades en torno a una de las tecnologías del futuro», afirma Eduardo Jáuregui, fundador de Irisbond.