Durante estas pasadas navidades en Estados Unidos Amazon ha tirado la casa por la ventana, rebajando el precio de sus dispositivos inteligentes Amazon Echo para que se convirtieran en uno de los regalos más deseados por los norteamericanos. Incluso generando pérdidas, algo que a Jeff Bezos, CEO y fundador de Amazon, poco le importa. El dispositivo Echo Dot (el más pequeño de la gama) llegó a costar 29,99$ durante el pasado cybermonday.
Hay una motivación clara para ello. Según una investigación de Consumer Intelligence Research Partners el usuario promedio de Amazon Echo gasta casi el doble de un usuario normal al año en el marketplace, en concreto 1.700$ anuales, muy por encima de los 1.300$ que gastan los usuarios suscritos al servicio Prime (con entregas gratuitas) y aún más del usuario normal que no está suscrito al servicio Prime (1.000$).
El objetivo de Amazon, por encima de la rentabilidad a corto plazo, es, ha sido y será la recurrencia del cliente y con Amazon Echo y su asistente virtual por voz Alexa, parece que la compañía de Seattle ha encontrado un nuevo filón.
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