Con el e-mail marketing pasa como con el fútbol, si somos capaces de que los mejores elementos se asocien correctamente, conseguiremos la victoria. Por eso, en ambos casos, debemos igualmente escoger la táctica más adecuada para conseguir el mayor beneficio posible… vale, no nos dará para vivir como Cristiano Ronaldo, pero puede impulsar nuestro negocio en plena crisis (aunque el e-mailing no es un rescate). Aquí os dejamos el 4-3-3 del e-mailing según los chicos de Sarbacán.
En la portería: una buena base de datos
En la portería debemos tener un seguro de vida, es esencial en el caso del e-mailing una buena base de datos. Para ello hay que empezar a captar lo antes posible las direcciones de correo de nuestros clientes, proveedores, visitantes de nuestra web… Es importante que la base sea de calidad y calificada para nuestra empresa o servicio. La cantidad en este caso no importa o ¿acaso hay algún equipo que ponga más de un portero?
El objetivo y la “landing page” como centrales
Los dos defensas centrales deben ser contundentes y que no den lugar a dudas. Uno: el objetivo debe ser claro, muy determinado y preferiblemente único. Hay que saber qué queremos conseguir con el e-mailing, que meta medible nos marcamos y qué plazo para llegar hasta ella. Dos: hay que tener una landing page (página de aterrizaje, donde lleva nuestro e-mailing) coherente con el objetivo. Las etapas deben ser pocas: apertura, clic, landing page y objetivo cumplido. Si cometemos algún error en ese proceso perdemos destinatarios por el camino… ahí el portero está vendido.
Por las bandas: 1) Gestión automática de bajas y rebotados 2) Versión texto
Los laterales deben ser polivalentes, duros a la hora de defender y preparados para subir al ataque. Por un lado, debemos hacer una buena gestión de las bajas y de los rebotados, protegernos a la vez que nuestros envíos avanzan. En la otra banda, un todoterreno capaz de estar presente por todas partes del campo. Para ello está el envío multipart: una buena versión texto enviada junto con el HTML para que aquellos que, por ejemplo, nos lean a través del móvil no salgan corriendo al entrar en nuestro e-mail.
En el centro: Personalización, Segmentación y una herramienta profesional
El centro del campo es el eje de la táctica por lo que su funcionamiento es vital para conseguir un buen resultado. Para esto necesitamos dos pilares brillantes, un Messi y un Iniesta del e-mailing (o un Ozil y un Ronaldo, para gustos…): segmentación de la base de datos y personalización del mensaje. Estos elementos son la base para conseguir un mensaje más relevante, el ingrediente que nos dará más oportunidades de gol… es decir, del éxito.
Pero para que todo esto sea posible necesitamos el apoyo indefectible de una máquina de hacer fútbol, un organizador, un motor para el equipo, un Zidane, un Xavi, un Pirlo… que combine con el talento de los jugadores que le rodean. En el e-mailing ese jugón es una herramienta profesional que permita todas las funcionalidades claves para un buen e-mailing, una herramienta como Sarbacán.
Si queremos vencer a la crisis hay que atacarla de frente y entrar al campo de forma profesional. Hace falta un equipamiento a la altura de las circunstancias. Utilizar una solución como Sarbacán es la clave.
Y para el ataque: el asunto, call-to-action y el reenvío
Y llegamos a la línea de ataque, los que pueden marcar las diferencias, los que harán que nuestro e-mailing sea más efectivo. Por la izquierda, un asunto llamativo, para que nuestros destinatarios abran y lean nuestro mensaje. Por la derecha un call-to-action, es decir, un elemento que llame la atención e incite al clic inmediato a cambio de una promesa de contenido. Con estos elementos conseguiremos, siguiendo con el símil futbolístico, que la defensa se abra y se generen espacios para atacar.
El delantero centro debe ser capaz de insistir de cara a portería y tener ese instinto de oportunista para cazar todo lo que pase por el área, y todo eso sin caer en fuera de juego. Con el e-mailing igual, hay que insistir, reenviar a aquellos que no han abierto el mensaje la primera vez, lanzar campañas periódicas… quien no chuta no marca, pues eso, quien no envía no consigue resultados, aunque hay que procurar no cruzar la línea que deliminta el fuera de juego.
Finalmente y para que el equipo funcione hace falta un buen entrenador capaz de medir y analizar los datos del partido o las estadísticas de una campaña de e-mailing. Él debe ser al final quien tome las decisiones y vea la rentabilidad o no que le está dando su campaña de e-mailing, su equipo… tu negocio.