El Black Friday comenzó oficialmente el miércoles y esto no fue una buena noticia para Walmart. Los compradores estadounidenses gastaron $ 2.400 millones online el mismo miércoles, lo que supone un enorme aumento del 31,8% con respecto a 2017, según datos de Adobe Analytics.
Para las 10 de la mañana del jueves, los compradores habían gastado otros $ 406 millones en compras online y para las 5 de la tarde el gasto ya era de $ 1.750 millones, representando un crecimiento del 28.6% en comparación con el año pasado.
Pero el hecho de que cada vez el Black Friday comience antes supone un inconveniente para las empresas del país al coincidir con el Día de Acción de Gracias. Este año, por ejemplo, empresas como Walmart han tenido que enfrentarse a grandes problemas de stock y logística.
Los compradores online de Walmart de enfrentaron a dificultades técnicas el miércoles por la noche que no dudaron en compartir en redes sociales. Pero Walmart no fue la única que pinchó en una fecha tan señalada, grandes compañías como Lululemon estallaron también el jueves, aparentemente al multiplicarse por cinco el tráfico en la web.
«Sabíamos que sería un día de mucho tráfico, y supongo que la tecnología se nos ha escapado esta vez», explicó la cuenta de Lululemon en Facebook. «Entiendo totalmente que esto puede ser frustrante para alguien que intenta comprar online y sé que estamos haciendo todo lo posible para corregir la situación lo antes posible», añade.
Según Bob Buffone, director de tecnología de la empresa de software de optimización web Yottaa, es probable que los problemas de éstas empresas se basen en no tener la infraestructura para manejar el tráfico. Y el experto avisa: «No estar preparado adecuadamente para el Black Friday es incluso peor que tener una web bloqueada en cualquier otro día de compras».
Pero los problemas de Walmart van más allá de la web. Y es que pese a los esfuerzos de la compañía por ajustar cada año su plan de la Cyber semana por el momento nunca ha conseguido manejar y gestionar las multitudes que atestan sus tiendas a partir del Día de Acción de Gracias.
Este año, los ajustes incluyen la reorganización de las tiendas para canalizar mejor a los clientes a la salida y resaltar los artículos populares, dos medidas lógicas pero sin duda innecesarias.