La confianza del consumidor global ha aumentado 1 punto en el 3er trimestre del año y se sitúa en 92 puntos, 4 puntos más que el mismo trimestre del año anterior, según el estudio global de Nielsen, compañía líder mundial en proporcionar información sobre lo que los consumidores ven y compran. En esta última encuesta llevada a cabo entre el 10 de Agosto y el 7 de Septiembre 2012, la confianza creció en más de la mitad de los países medidos por Nielsen, mientras que en el trimestre anterior ocurrió en un 41%. La confianza del consumidor creció en el tercer trimestre 2012 en 30 de los 58 países, descendió en 19 y se mantuvo igual en 7 de ellos.

“En general el tercer trimestre no muestra resultados ni positivos ni negativos, simplemente los consumidores se muestran a la expectativa”, comenta Venkatesh Bala, chief economist en The Cambridge Group, de Nielsen. “Los consumidores juegan sobre seguro en el 3er trimestre, especialmente en Europa, que se enfrentan aún a una situación económica muy precaria a pesar de las iniciativas llevadas a cabo recientemente por el Banco Central Europeo.  El crecimiento de las exportaciones de China, especialmente a la zona Euro, se ha ralentizado sustancialmente, a lo que tenemos que añadir las restricciones entre sus consumidores. En EEUU, aunque los consumidores no están tan directamente afectados por Europa, continúan siendo cautelosos frente a una recuperación desigual, marcado por un nivel de desempleo aún elevado y una subida de nóminas decepcionante.”

La Encuesta Global de Nielsen sobre la Confianza del Consumidor e Intenciones de Compra, que comenzó en 2005, tiene como finalidad medir la confianza del consumidor, así como las principales preocupaciones e intenciones de compra entre más de 29.000 consumidores de 58 países. Los niveles de confianza superiores o inferiores a una línea base de 100 indican los grados de optimismo y pesimismo que manifiestan los consumidores.

Los españoles, entre los más pesimistas

En el tercer trimestre de 2012 el índice de confianza de los españoles vuelve a descender 4 puntos, doce menos que hace un año y con 48 puntos se sitúa a la cola de todos los países del mundo. Nuestro país está muy por debajo de la media europea de 74 puntos, y aún más lejos de la media mundial, situada en 92 puntos.

El 96% de los consumidores españoles consultados considera que el país está en recesión económica, muy por encima de la media europea del 73%. Además, el 82% de los españoles no cree que España saldrá de la recesión en los próximos doce meses, once puntos más que el periodo anterior, el 21 puntos más que la media europea. Y es que Europa es la región más pesimista, seguida de Norteamérica, donde el 58% piensa que no saldrán de la crisis el próximo año; mientras en Asia-Pacífico sólo lo creen el 41%, y en Latinoamérica un 38%. 

Nuestros hábitos de compra están cambiando

Podemos ver que ya hay un 85% de españoles que considera que no es buen momento para comprar aquello que desea o necesita: el 49% dice que es regular, pero el 36% afirma que es directamente malo; por apenas el 13% que piensa que es un buen momento y un 1% que opina que es excelente. Esta opinión negativa sobre las compras es mayoritaria en toda Europa: el 25% de los europeos cree que es mal momento de comprar, un 45% no lo ve bueno; el 25% piensa que sí es un buen momento; y un 2% lo considera excelente.

La influencia de la situación económica es clara en casi todos los aspectos de la vida, hasta el punto de que el 86% (4 puntos más que el 2º trimestre) de los españoles dicen haber cambiado sus hábitos de compra respecto al año pasado para ahorrar en los gastos del hogar, bastante por encima de la media europea del 65%.

Al 18% de los españoles participantes en el estudio no les queda dinero después de cubrir sus necesidades básicas, al igual que hace un año. Y entre los que les queda algo de dinero, el 41% lo destina al ocio fuera de casa, el 37% a ahorrar; el 29% a ropa, un 25% a vacaciones, el 24% a cancelar deudas y préstamos, el 18% a mejoras en la casa y decoración, el 16% a nuevas tecnologías, un 6% a planes de pensiones, y también un 6% invierte en bolsa o en fondos. A medida que avanza el año vemos que disminuye la intención de compra de ropa, nuevas tecnologías, y sobre todo la cancelación de deudas y préstamos. Y aún más drástico es el descenso de los que tenían pensado gastarse el dinero ocio fuera de casa.

Las acciones que toman los españoles para ahorrar son gastar menos en ocio fuera de casa (69%), en facturas de gas y electricidad (65%), en gastos de telefonía (58%), en ropa nueva (56%), en vacaciones y recesos cortos (51%), en comprar alimentos de marcas más económicas (48%); utilizar el coche con menos frecuencia (48%), demorar la adquisición de tecnología más moderna (37%), disminuir las comidas por encargo (35%), eliminar las vacaciones anuales (34%), fumar menos (28%), reducir las bebidas alcohólicas o comprar marcas más baratas (26%), demorar la sustitución de los principales artículos del hogar (25%), realizar menos actividades de ocio en el hogar (19%), y buscar mejores acuerdos económicos en la hipoteca, el seguro, etc (18%).

Es importante destacar que gran parte de los encuestados señalan que mantendrán estas medidas de ahorro cuando la situación económica mejore, sobre todo cuando hablamos de disminuir las facturas de gas y electricidad así como del teléfono: el 49% intentará seguir gastando menos en gas y electricidad, un 28% en telefonía, un 31% en intentar utilizar menos el coche, y un 20% en comprar alimentos de marcas más económicas. Solamente un 22% mantendría su intención de ahorrar en ocio fuera de casa, y el 21% en ropa nueva. 

¿CONTINÚAN LOS CONSUMIDORES CON LAS MISMAS PREOCUPACIONES?

La economía y la estabilidad laboral siguen siendo las mayores preocupaciones de los españoles para los próximos meses. Un 41% señala la seguridad laboral como su mayor preocupación, acercándose mucho al porcentaje que cita la economía, 42%. A continuación aparece el aumento de las facturas de electricidad, gas y otros, que preocupa al 24%; el aumento de los precios de alimentación es una preocupación que ha aumentado hasta alcanzar el 4º lugar, con un 17%;  la salud, con un 16%; las deudas que también aumenta al 13%; la educación y bienestar de los hijos, con el 11%. Entre las preocupaciones menores está la estabilidad política (6%), el aumento de los precios del petróleo (5%), el equilibrio entre la vida personal y el trabajo (5%); el bienestar y felicidad de los padres (4%); el crimen y la delincuencia (4%); y el terrorismo, que solo preocupa al 1%.

Aunque la preocupación por la economía y la seguridad en el trabajo es bastante común en todo el mundo, se ven algunas diferencias en el orden de importancia que dan las diferentes regiones. En Europa, el 10% está más preocupado por el aumento de las facturas de la luz. Los Latinoamericanos están más preocupados por su equilibrio entre la vida familiar y el trabajo, un 12% así lo declaran, frente a un 11% de Asiáticos. Las deudas en cambio son una preocupación principal para el 11% de Norteamericanos, y la estabilidad política es el problema principal para el 7% de consumidores de África y Oriente Medio. 

“Depende mucho de los políticos en EEUU, Europa y Asia que aseguren un crecimiento sano y bajada de las tasas de paro según nos acercamos al 2013”, comenta Bala.  “Apoyar las economías más débiles en Europa y eliminar la amenaza del incremento de impuestos y los recortes de gastos en EEUU es crítico.  Las economías emergentes como China e India, necesitan un cambio hacia un consumo más doméstico y una liberación industrial respectivamente.  Con una adecuada política, el consumidor global ganará confianza para poder reanudar el gasto el próximo año”.