Las redes sociales se han convertido en un canal perfecto de venta. Entre ellas, destaca Instagram, cuenta con más de 1.000 millones de usuarios activos en todo el mundo. Es, sin duda, un medio para las marcas que desean dar a conocer sus productos.
Cuando creamos una cuenta de Instagram, automáticamente empezaremos registrándonos como un perfil o cuenta personal. De manera que la red social lo único que nos solicita es un nombre, nombre de usuario, URL de nuestro sitio web y una breve biografía.
Si una vez creada la cuenta quieres pasarlo a profesional, solo tienes que abrir la aplicación de Instagram en tu cuenta, entrar con tu perfil y acceder a la configuración de tu cuenta. Pincha a la derecha y en la parte inferior te aparecerá.
Al ser tu cuenta personal, entre estas opciones saldrá «Cambiar a cuenta profesional«, dentro de «Cuentas«.
¿Para qué es útil una cuenta profesional?
Las cuentas profesionales han sido diseñadas para permitir que las empresas, las marcas o los creadores tengan una presencia única y claramente definida en la plataforma. Estas cuentas son una puerta de acceso a una amplia gama de herramientas que no están disponibles para las cuentas personales.
Las más destacadas son:
- Estadísticas de tu cuenta. Esta información es valiosa para conocer cómo interactúan las personas con la marca y tomar las mejores decisiones en tu estrategia de redes sociales. Proporcionan todos los datos necesarios para establecer objetivos a corto, mediano o largo plazo. Entre sus principales ventajas es el acceso a Instagram Insights, que aportan el rendimiento completo de la red social. Así, incluyen vistas de perfil, impresiones, nuevos seguidores, número de publicaciones, alcance, clics en el sitio web o en el correo electrónico, entre otros elementos.
- Promoción de tus publicaciones. No importa el negocio que tengas, crea publicaciones atractivas y pon el anuncio en circulación. Para que tu alcance sea cada vez mayor y consigas más seguidores de calidad.
- Detalles de contacto y dirección comercial.
