OpenAI lanzó un nuevo y emocionante producto de IA (inteligencia artificial) llamado ChatGPT en noviembre pasado, y esto supuso una enérgica llamada de atención para las empresas tecnológicas como Meta Platforms y Google, que se habían tomado su tiempo para producir sus propios productos similares. Microsoft, que son partidarios activos de OpenAI, dijeron en febrero que querían usar la tecnología para mejorar su motor de búsqueda, Bing. Al día siguiente, el producto de inteligencia artificial de Google, Bard, hizo su cameo. Meta, por su parte, no se iba a quedar atrás y dijo que estaban preparados para «acelerar» sus propios productos de IA.

Cuando observamos el campo de la medicina, donde ChatGPT tiene muchas aplicaciones potenciales, incluida la lectura de tomografías computarizadas y la realización de diagnósticos reales, Faye Flam de Bloomberg advierte que «no estamos ni cerca de comprender cuándo y dónde sería práctico o ético seguir sus recomendaciones». Del mismo modo, cuando se trata de la practicidad del producto para buscar en internet de formas novedosas, han surgido cuestiones éticas sobre su aplicabilidad. Tanto GPT-4 (la última encarnación de ChatGPT a partir de abril) como Bard producirán de manera eficiente, con las indicaciones adecuadas, artículos sesgados e incluso mal informados que pueden usarse para propagar puntos de vista extremistas.

Cuando Google presentó Bard, se aseguraron de enfatizar su «enfoque en la calidad y la seguridad», pero la investigación confirmó que el peligro no era imaginario. Por otro lado, parece haber una usabilidad de la vida real en la tecnología que no nos gustaría simplemente desdeñar, por ejemplo, para ayudar a los ingenieros de software a escribir un mejor código y asegurarnos de que nuestros diagnósticos médicos no sean erróneos. En cualquier caso, ChatGPT y sus pares han llegado a la escena y no parecen estar listos para irse pronto.

Una de las preguntas que rodean todo esto se relaciona con las perspectivas futuras de todas las empresas Big Tech cuyos movimientos de precios se negocian en el trading en línea de CFD. ¿Será este nuevo desarrollo tan significativo como, digamos, internet para determinar sus cursos futuros? ¿Serán demasiado difíciles de manejar las preocupaciones éticas? Hablemos.

Plataformas Meta

El CEO Mark Zuckerberg no oculta el hecho de que su «inversión más grande es en el avance de la IA e incorporarla en cada uno de nuestros productos». Además de usarlo para buscar contenido, también quiere usarlo para mejorar la eficiencia operativa de su empresa. El año pasado, el crecimiento de Meta se desaceleró a paso de tortuga, mientras que Zuckerberg dedicó la mayor parte de su energía a hacer avanzar la investigación en realidad virtual. 2023 trajo una nueva nota del CEO, una que hablaba de la necesidad de «eficiencia», que se relaciona con lo que sucedió a mediados de marzo cuando otros 10.000 empleados fueron despedidos de la empresa. A los accionistas les gusta su enfoque hasta ahora, que vemos en las ganancias de más del 50% de las acciones de Meta entre el 1 de enero y mediados de marzo.

¿El buscador superior?

Una búsqueda tradicional de Google funciona buscando términos específicos en la web y luego colocando los textos apropiados ante ti, para que puedas sacar tus propias conclusiones. Hay una razón importante por la que Google podría tender a preferir este modelo, a saber, que reciben sumas de dinero de hasta 54.480 millones de dólares en un solo trimestre de anunciantes que explotan el espacio alrededor de sus resultados de búsqueda.

ChatGPT funciona mediante el uso de vastas bases de datos de idiomas para comprender preguntas y responder directamente (sin fuentes). El formato directo de preguntas y respuestas tiene sus puntos de atracción para los usuarios que evitan la ambigüedad, y los modelos de lenguaje extenso también son más baratos, según una opinión, que las búsquedas regulares en internet. Aun así, no está claro que las búsquedas de IA sean mejores en todos los aspectos. El modelo tradicional de Google funciona en función de la forma en que los sitios web se vinculan entre sí, lo que nos ayuda a evaluar la autenticidad de una fuente de una manera que ChatGPT no puede hacer en la actualidad.

Esbozos del futuro

Los consumidores pudieron comprar Bard de Google a partir de marzo de este año, cuando salió y desafió abiertamente a OpenAI en el mercado. La competencia en auge entre los dos puede conducir a una situación desafortunada en la que la calidad de estos productos de IA se juzga con criterios altisonantes en lugar de lo que es «mejor para la humanidad», dice Jana Eggers de Nara Logics.

Las aplicaciones cuestionables de Bard o ChatGPT en la difusión de información errónea no son una sorpresa porque surgen de su funcionalidad para determinar qué palabras deben seguir a un texto determinado, independientemente de su valor ético. Incluso cuando los médicos utilizaron GPT-4 para generar opiniones médicas, encontraron que las respuestas de la máquina diferían ampliamente, según la redacción de las indicaciones de los médicos. “Realmente no hay una forma universal” de asegurarse de que Bard “deje de generar información errónea”, en opinión de Max Kreminski de la Universidad de Santa Clara.

Al igual que con muchas otras cosas en la vida, parece que ChatGPT es potencialmente útil y potencialmente amenazante. Jana Eggers es optimista respecto a que «hay formas de abordar esto que construirían respuestas más responsables generadas por grandes modelos de lenguaje». Solo podemos esperar que estas formas se identifiquen y busquen rápidamente.

Si has adquirido un gusto por el trading de CFD con los precios de las acciones de Big Tech, estate atento a sus últimos modelos de IA, así como a sus planes futuros.