Las personas que compran por internet ahorran entre 225 euros y 275 euros de media al año dependiendo de donde vivan, siendo los residentes de zonas rurales los que más ahorran, 50 euros más que aquellos que compran desde las ciudades al reducir sus gastos de transporte. Estos datos se revelan en un informe elaborado por la consultora NERA e impulsado por Amazon, con el objetivo de conocer y medir el impacto del comercio electrónico en las zonas con baja densidad de población en España en tres ámbitos: los consumidores, las empresas y el medio ambiente.
El informe, presentado hoy en el marco de la jornada ‘Conexión Rural’ en el Parador Nacional de Chinchón, refleja que los compradores online de zonas rurales valoran en mayor medida los beneficios que les ofrece el comercio electrónico que aquellos que residen en las ciudades, ya que les ayuda a superar las limitaciones que encuentran en sus municipios. En concreto, el 45% de los consumidores rurales valoran la amplia selección de productos que ofrece el comercio electrónico 4 puntos más que quienes compran en ciudades. Además, el 57% de los consumidores rurales destacan que las compras online les ayudan a recortar distancias a la hora de adquirir productos, ya que estos se ven obligados, de media, a recorrer entre el doble y el triple de kilómetros que sus vecinos urbanos para poder comprar lo que necesitan.
Igualmente, el estudio pone de manifiesto que comprar online les permite ahorrar tiempo al reducir los desplazamientos: si los compradores urbanos ahorran 20 horas al año gracias a sus compras online, quienes viven en zonas rurales de baja densidad llegan a las 24, un día libre completo gracias al comercio electrónico.
“Los datos del estudio de NERA y las historias personales de clientes, emprendedores y pequeños negocios nos demuestran cómo el comercio electrónico contribuye positivamente a las vidas de las personas y a las empresas de nuestros pueblos, reduciendo la brecha entre las zonas rurales y urbanas. En Amazon estamos comprometidos con ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes y a las empresas que colaboran con nosotros, independientemente del lugar en el que vivan, y por esta razón valoramos mucho poder llevar bienes y servicios a las áreas rurales. De hecho, la red logística de Amazon permite llegar al 100% de los códigos postales en la península ibérica y a más del 90% en 2 días”, declara Christoph Steck, Director de Políticas Públicas de Amazon en España y Portugal.
Los beneficios del comercio electrónico son mayores en empresas rurales
El estudio destaca el impacto positivo del comercio electrónico para los emprendedores y negocios rurales que han decidido dar el salto a la venta online. De hecho, el número de pequeñas y medianas empresas que venden en Amazon desde municipios de menos de 30.000 habitantes ha aumentado a un ritmo 41 puntos superior al de las ubicadas en ciudades (191% entre 2018 y 2023 en el primer caso frente al 150% del segundo). A día de hoy son 5.000 las pymes que venden en Amazon desde zonas rurales en España, un 30% del número total de pymes españolas presentes en la tienda (17.000).
Para estas empresas, el comercio electrónico se ha convertido en el escaparate para internacionalizar sus productos y llevarlos más allá de su localidad, y así aumentar su competitividad y diversificar su cartera de clientes. De las 5.000 empresas rurales que venden en Amazon, el 40% exporta sus productos, sin la necesidad de abrir una sucursal o contratar distribuidores fuera de España.
Rocío Lajarín y Cristina Sánchez, fundadoras de la marca de cosmética natural Alma Secret, explican: “Buscábamos un lugar tranquilo y cercano para montar nuestra fábrica, y Librilla era un pueblo pequeño al que podíamos aportar crecimiento y trabajo. De esta forma trabajamos con familias de pequeños agricultores de la región que cultivan las plantas y flores según nuestras necesidades, y gracias al comercio electrónico hemos conseguido llevar nuestros productos a todo el mundo”.
Su experiencia va en línea con lo que muestran las cifras. Solo en 2023, el valor de las exportaciones de estas empresas rurales superó los 300 millones de euros, lo que supuso un crecimiento anual acumulado superior al 30% entre 2018 y 2023, y un tercio más que las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas localizadas en entornos urbanos. Además, en 2022 más del 70% de las pequeñas y medianas empresas que facturaron más de un millón de euros en Amazon estaban en zonas rurales.
Además de ofrecer un trampolín a los emprendedores rurales que venden a través de internet, el comercio electrónico ha creado nuevas oportunidades para los pequeños negocios rurales a través de iniciativas y vías de colaboración como es el caso de Amazon Hub Delivery, la red de colaboradores de entrega vecinal de Amazon, que ofrece a los propietarios de comercios locales la oportunidad de repartir pedidos a los clientes de Amazon en su pueblo o barrio, garantizando una entrega más rápida y sostenible. Ivor Bayo, el primer colaborador del programa en España, explica desde Chinchón como su relación con Amazon les permite obtener unos ingresos adicionales al tiempo que contribuyen en la digitalización de la economía del pueblo: “el comercio electrónico nos ha abierto una nueva línea de negocio que creíamos que nunca íbamos a tener y que a día de hoy es muy importante para nosotros”.
Bruno Soria, autor del estudio y director de NERA apunta que “las ventas online aportan un gran valor a las empresas rurales, por el aumento de sus ventas y la mejora de sus márgenes. El canal online reduce sus costes de distribución y les permite realizar funciones de publicidad, logística y gestión financiera de modo más efectivo y a mejor coste. Además, asumiendo que hay una relación directa entre las compras online de los consumidores rurales y el ahorro en sus desplazamientos en coche, se estarían reduciendo decenas de miles de toneladas de emisiones de CO2 al año”.
Impacto positivo para el medio ambiente
El informe subraya cómo el comercio electrónico puede contribuir significativamente a la reducción de emisiones en entornos rurales al evitar los desplazamientos en coche. Los datos revelan que un 81% de los consumidores de zonas rurales de baja densidad y un 76% en el caso de los ubicados en zonas más densas, utilizan su vehículo particular para ir a comprar, muy por encima del 54% de quienes compran desde las ciudades.
Además, los residentes en zonas rurales tienen que recorrer entre el doble y el triple de distancia que los que viven en zonas urbanas para ir a comprar. En concreto, el 55% de los consumidores de municipios con menos de 10.000 habitantes recorren más de 5 kilómetros a la semana para hacer sus compras (un 6,6%, más de 50 kilómetros), porcentaje muy superior al 26% de los compradores urbanos.
Teniendo en cuenta estos datos y asumiendo que existe una relación directa entre el importe de las ventas electrónicas, el ahorro en los desplazamientos y de que el porcentaje de compras en zonas rurales es similar a la media nacional, los autores del estudio estiman que se estarían evitando en el ámbito rural la emisión de decenas de miles de toneladas de CO2 y de otros contaminantes al año gracias a las compras online.