Ahora que se acerca el Mobile World Congress, todas las miradas están puestas en las tendencias mobile de este año. Según el informe de BI Intelligence, aunque el m-commerce crece cada vez más, está todavía muy por debajo del ordenador en ratio de conversión, un 15% de conversiones desde móvil frente a un 75% de conversiones vía ordenador (el 10% restante se lo llevan las tablets).
La principal razón es posiblemente la usabilidad: es difícil encontrar los detalles o rellenar un formulario de pago en una pantalla de móvil. Pero las malas experiencias en el proceso de pago tienen consecuencias negativas más allá del abandono de una compra en concreto: es una experiencia que no se olvida fácilmente; no perdemos una compra, perdemos un cliente.
Las tendencias indican que muchos m-commerce incorporarán medios de pago similares a Apple Pay o Shopify. Samsung ha desarrollado un sistema muy orientado al NFC (Near Field Communications, tecnología que permite que dos dispositivos próximos físicamente compartan pequeñas porciones de información). Apple complementa el sistema NFC con el pago en apps de terceros.
Amazon ha adoptado una estrategia diferente: son los comercios o empresas quienes implementan el sistema, lo que permite a los usuarios registrados en Amazon pagar directamente sin necesidad de volver a registrarse ni volver a dar todos los datos.
Así, de acuerdo con Icar Vision, ¿cuáles son las claves de estos tres sistemas de pago?
Samsung, orientación al pago NFC
El claim del sistema de pago Samsung Pay es «Simple, Secure, And Designed With Our Best Available Security», es decir, se enfoca al usuario, que es quien lo instala, y sus argumentos se basan en la simplicidad, la seguridad y la usabilidad.
Las claves, un proceso de instalación y configuración optimizado al máximo, que facilita el registro y los posteriores pagos; y un especial énfasis en la seguridad: mantiene la información separada, no la almacena ni la comparte con terceros. Incorpora un proceso biométrico: permite el pago con la simple validación de la huella dactilar, lo que simplifica al máximo la gestión.
Otro argumento, secundario, es la compatibilidad: según Samsung, se puede utilizar este sistema de pago en casi cualquier parte donde se pueda utilizar también la tarjeta de crédito.
Un problema de este enfoque es que se centra sobre todo en el pago offline, con la idea de sustituir la tarjeta de crédito física por el pago vía mobile, pero no hace especial referencia al pago estrictamente online.
Apple, pago NFC y apps
Apple Pay da un paso más allá respecto a Samsung, e integra el sistema NFC para los pagos en tienda física y para pagos en apps.
Sus argumentos son muy similares: «Secure, simple, and even more useful». Ponen la seguridad por delante de la simplicidad, y el concepto de más útil amplia las funcionalidades y lugares donde se puede utilizar (más integración).
El sistema Touch ID, igual que el sistema de Samsung, permite pagar simplemente con la huella dactilar, previamente escaneada.
Otra forma de pago rápido que ofrece Apple como alternativa al Touch ID es el sistema de doble click, este disponible tanto para móvil como para el Apple Watch. La rapidez es la misma, pero la validación se realiza con un doble click en la pantalla.
Su enfoque también es hacia el usuario: seguridad, facilidad y rapidez, con el plus de integrarse también a las compras en app y permitir el pago a través del Apple Watch. En resumen, aplica similar proceso y funcionalidades que Samsung Pay, pero a más canales, por lo que es más “utilizable” para el consumidor.
Amazon: enfoque a la empresa, soluciones para el consumidor
En el caso de Amazon Payments, se diferencia ligeramente enfocándose a empresas y e-commerce, con argumentos basados en crecimiento de negocio y tasas de conversión.
La automatización es otro de sus puntos fuertes, orientada por una parte a facilitar y simplificar la experiencia del usuario, y por otra a proporcionar a las empresas y e-commerce una herramienta no solo a automatizar al máximo el proceso de pago, sino a construir relaciones a largo plazo con sus clientes, a través del respaldo de la “marca Amazon”.
Así, Amazon ofrece a las empresas que los usuarios paguen con su cuenta, en vez de realizar un segundo registro (o tercero, o cuarto…). El usuario percibe facilidad y la confianza que le genera Amazon, lo que aumenta las ventas y la conversión. Como factor a destacar, Amazon no comparte los datos de pago con el tercero, así que genera un plus de seguridad en el trato de datos personales y bancarios.
El planteamiento es claro: si has comprado alguna vez en Amazon, puedes comprar de forma rápida y fácil en otros e-commerce. El punto débil, que solo se aplica a pagos online, no integra (de momento) tecnología NFC.
En resumen, todo apunta a que los métodos de pago no solo serán cada vez más sencillos, rápidos y cómodos para el usuario, sino que las empresas tenderán cada vez más a la integración: acuerdos con grandes plataformas de pago para evitar nuevos registros; máxima integración offline, online, móvil, apps…; y nuevas soluciones de identificación (biométricos, identificación de datos a través de una foto a la tarjeta…).