La compañía juguetera estadounidense Toys R Us se ha declarado en bancarrota. Una decisión que llega motivada por una deuda que lleva acumulando desde hace años y que en la actualidad alcanza unos 4.200 millones de euros (5.000 millones de dólares). Esta situación es fruto del continuo descenso de las ventas en los últimos años y la decisión ha sido tomada tras acogerse a la protección del Capítulo 11 ante el Tribunal de Bancarrotas del Distrito Este de Virginia (EEUU).
En EEUU cuando una empresa se declara en bancarrota puede presentar una solicitud de protección de bancarrota -similar al concurso de acreedores español-, acogiéndose al capítulo 7 (liquidación) o al capítulo 11. En este caso, la empresa se ha acogido al capítulo 11 por lo que sus propietarios mantendrán el control sobre sus operaciones pero bajo supervisión judicial. La cadena ha explicado que destinará gran parte del préstamo de la bancarrota a seguir comprando productos y financiando sus operaciones.
La empresa ha puesto en marcha un proceso para reestructurar su red comercial, que contempla el cierre de los locales menos rentables y la renovación del resto para mejorar la experiencia de compra de los usuarios. En la actualidad, la cadena de jugueterías opera unas 1.700 tiendas en todo el mundo y el año pasado generó ingresos por valor de 9.590 millones de euros (11.500 millones de dólares).
En este gráfico de Statista podemos ver el claro descenso de compradores en las tiendas de Toys R Us en los Estados Unidos. De los 51 millones del otoño de 2008 hasta los 29 millones de este pasado verano. Algo menos de la mitad de clientes.
«El día de hoy marca el comienzo de una nueva era en Toys» R «Us, donde esperamos que las limitaciones financieras que nos han retenido durante los últimos años se aborden de una manera duradera y efectiva», explica Dave Brandon, Presidente y Director General de la compañía en un comunicado dado a conocer esta semana. «Junto a nuestros inversores, nuestro objetivo es reestructurar los 5.000 millones de dólares de deuda a largo plazo en nuestro balance, lo que nos dará mayor flexibilidad financiera para invertir en nuestro negocio, continuar mejorando la experiencia del cliente en nuestras tiendas físicas y online y fortalecer nuestra posición competitiva. Estamos seguros de que estos son los pasos correctos para garantizar que las marcas emblemáticas de Toys «R» Us y Babies «R» Us vivan por muchas generaciones» añade el ejecutivo.
Esta bancarrota supone la caída de otro gigante de la gran distribución. El auge de las ventas online y el consecuente crecimiento de compañías como Amazon ha provocado la desaparición de un buen número de empresas del sector retail en los últimos años. En el último trimestre fiscal, la empresa perdió 164 millones de dólares y sus ventas retrocedieron un 4,1%, pero hay que recordar que este sector es muy estacional y tiene picos altos en los últimos meses del año. Se trata de la segunda quiebra más grandes de un retail especializado de EEUU, tras la bancarrota que firmó Kmart en 2002.
