En muchos países donde el coronavirus (COVID-19) ha tenido un impacto relevante se han implementado medidas de aislamiento y distanciamiento social. Se les ha pedido a los trabajadores que trabajen desde sus hogares, han cerrado ciudades y escuelas y han pedido a los civiles que eviten lugares públicos y concurridos.
El grado de estas medidas depende de la gravedad del brote en cada país. Según una nueva investigación de YouGov realizada en marzo de 2020, el 85% de los usuarios de Internet en China y el 83% de los de Hong Kong afirman que han evitado los lugares públicos abarrotados en las últimas dos semanas. Poco más de una cuarta parte (27%) de los estadounidenses y el 14% en el Reino Unido han afirmado lo mismo.
El 85,6% de los encuestados de 60 años o más han señalado que probablemente evitarán los centros comerciales y lugares de aglomeración Esto no es sorprendente dado que COVID-19 ha afectado más a las personas mayores, pero puede tener una consecuencia directa en sus hábitos de compra.
«Dado que las personas mayores son las personas para quienes el virus ha sido más fatal, es probable que alteren especialmente su comportamiento«, apunta Mark Dolliver, analista de eMarketer. “Esto podría significar una mayor adopción del comercio electrónico, un área donde han estado rezagados. Las personas cuya actitud ha sido «Prefiero morir antes que comprar online» están cambiado su postura hacia la compa online», agrega.
La actividad de comercio electrónico está en auge en los Estados Unidos en general. Según los datos del proveedor de tecnología de publicidad de comercio electrónico Pacvue , ha habido un aumento repentino en las búsquedas de Amazon de productos como desinfectante para manos y jabón antibacteriano. Los compradores digitales también están dispuestos a comprar los productos que necesitan con plazos de entrega más largos para evitar ir a las tiendas, donde el inventario puede ser limitado de todos modos.
Eso está demostrando ser un beneficio y un desafío para las empresas digitales como Amazon. Es probable que el frenesí de clics genere más ventas, pero esto a su vez aumenta los problemas en la cadena de suministro.
“La combinación de choques de oferta y de demanda debido al nuevo coronavirus significa que la situación es más compleja y se mueve más rápido que nunca. Los anunciantes deben estar al tanto de sus propias cadenas de suministro, así como de las últimas noticias que impulsan los comportamientos de los consumidores», concluye la analista de eMarketer Nicole Perrin.