Las ingresos de Shein se ralentizan, tras el eminente ritmo de crecimiento seguido en los últimos años. Según datos del medio ‘The Information’, en el primer semestre de 2024 habría crecido igualmente a doble dígito, un 23%. Una cifra, sin embargo, lejos del 40% de crecimiento que registró en ese mismo periodo de 2023.
Esta desaceleración de Shein coincide con el crecimiento de la popularidad de Temu, especialmente en Estados Unidos, y el aumento de ventas de esta otra plataforma. Ambas funcionan con modelos operativos muy similares y su catálogo de productos es bastante parecido, con el añadido de que Temu comercializa muchas más categorías más allá de moda y lifestyle, según las informaciones del citado medio.
Según las informaciones, la compañía china habría obtenido un beneficio de unos 400 millones de dólares en los seis primeros meses del año, lo que representa una disminución del 70% en comparación con los beneficios obtenidos el ejercicio anterior.
Shein fue valorada en 66.000 millones de dólares en una ronda de recaudación de fondos el pasado año y ha mantenido reuniones informales con inversores para una posible salida a Bolsa, tal y como informó la agencia de noticias Reuters. Shein no informa públicamente de sus resultados globales.
A principios de este mes, durante una presentación la compañía mostró que su negocio británico generó unos ingresos de 1.550 millones de libras (unos 2.000 millones de dólares) durante 2023. El mercado británico es el tercero más importante para Shein, y esta cifra representa un aumento del 38% respecto a los ingresos comunicados anteriormente para un periodo de 16 meses que finalizó a finales de 2022.
Esta semana, durante su intervención en el IV Foro de Retail y Gran Consumo organizado por elEconomista.es, Peter Pernot-Day, director de Estrategia Global de Shein, descartó una posible salida a Bolsa de la compañía, aunque admitió que de darse esta hipótesis, «les aportaría mayor transparencia con lo que tendría que compartir todavía más sus esfuerzos para la circularidad y para una economía más sostenible en el futuro«.
Pernot-Day explicó que su modelo de negocio se basa en los principios de sostenibilidad a precios asequibles, ya que solo producen la cantidad de ropa que saben que van a poner el mercado por la demanda de su público en internet. El directivo además quiso eliminar las connotaciones negativas en torno a las compañías de fast fashion en lo referente a una supuesta sobreproducción y exceso de consumo, ya que «la moda bajo demanda ayuda a reducir los volúmenes producidos, la generación de residuos y el impacto medioambiental de los procesos productivos lineales típicos de los dos últimos siglos«.
