La Unión Europea plantea la posibilidad de prohibir el uso de la tecnología de reconocimiento facial en lugares públicos por un periodo de hasta 5 años con el fin de avanzar en el desarrollo de soluciones que eviten los riesgos que esto supone.
Esta es una de las posibilidades que se han recogido en el borrador de un libro blanco sobre Inteligencia Artificial (IA), por Politico y Euractiv. Su objetivo es ofrecer una «perspectiva europea» que «promueva el desarrollo y la adopción de la inteligencia artificial en toda Europa, mientras se asegura que la tecnología se desarrolla y se usa de una forma que respete los valores y principios europeos».
Lo que se propone en este libro blanco es un endurecimiento de las condiciones que impone a los desarrolladores de Inteligencia Artificial, en un intento porque la tecnología sea usada de una manera ética. La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, ultima una serie de nuevas reglas aplicables a «sectores de alto riesgo» como la sanidad y el transporte, y sugiere que el bloque ha de actualizar las leyes de seguridad y responsabilidad.
Este documento se presentará a mediados de febrero, aunque según la agencia estadounidense, es probable que cambie la versión final. La intención principal de este documento es intentar por parte de la UE competir contra Estados Unidos y China en Inteligencia Artificial, aunque manteniendo un uso ético de aspectos como la privacidad del usuario.