Las exportaciones crecen en España, alcanzando cifras que destacan sobre el resto de los países europeos. El comercio electrónico ha realizado una importante aportación a estas exportaciones y está condicionando de una forma determinante la logística de las entregas y envíos internacionales, ya que obliga a una rapidez y eficiencia cada vez más exigentes.
Uno de los mayores problemas con el que se encuentran las empresas a la hora de exportar sus productos son las legislaciones de cada país y los condicionantes aduaneros, por ello es fundamental contar con un socio logístico capaz de ofrecer un asesoramiento fiable y una gestión eficaz. Como ejemplo se puede poner el caso de Rusia, hoy por hoy uno de los mayores mercados de Europa, que cuenta con un gran potencial para las empresas exportadoras, pero con importantes condicionantes para llevar a cabo esta actividad.
Rusia cuenta en la actualidad con más de 60 millones de usuarios de Internet. De ellos, 15 millones de personas realizan compras digitales, sin embargo la penetración de Internet aún no es muy amplia, aunque las previsiones indican un rápido crecimiento, lo cual lleva a la conclusión de que es un mercado con un enorme potencial para el e-commerce de cara al futuro.
A día de hoy, el mercado doméstico produce unas ventas de 10 billones de euros entre bienes y servicios, lo que supone un importante crecimiento del 27% en los últimos años. 1 billón de euros de ese volumen de ventas se dedicó a compras fuera del país, gracias a 2 millones de usuarios que apostaron por la oferta de productos y servicios extranjeros.
En cuanto a los productos, el mayor crecimiento corresponde a la venta de artículos de decoración y deportes, productos electrónicos, cosméticos y accesorios.
Una vez conocido el marco general en el que se desarrolla el comercio electrónico ruso, las empresas que vean en él una oportunidad de negocio deberán tener muy en cuenta el modelo logístico a desarrollar. La logística internacional es una pieza clave, ya que los costes que genera influyen en el precio del producto, incluidas las previsibles entregas fallidas.
En el caso concreto de Rusia se deben tener en cuenta múltiples factores: la factura debe contener una descripción detallada del producto, los precios declarados en la factura deben coincidir con los precios de la página web y la aduana se encarga de verificarlo o incluso de pedir el recibo de pago al comprador, debe existir un mensaje en la web de compra avisando de que el comprador puede ser contactado por la aduana para comprobar los precios, sólo se permite la mercancía para uso personal (nunca para reventa) y el valor máximo del producto sin aranceles es de 1.000 dólares.
Todos estos condicionantes hacen que la elección del socio logístico, como se ha dicho anteriormente sea fundamental. En el caso de DHL, la compañía cuenta actualmente con una cobertura geográfica de más de 220 localizaciones en Rusia, lo cual supone cubrir prácticamente el 90% de las compras por Internet. Los servicios ofrecidos en este país incluyen la gestión aduanera de los pedidos individuales (si no superan 1.000 euros por consumidor al mes), red propia desde la recogida hasta la entrega, opción de contra-reembolso, seguimiento de los envíos para conocer en todo momento su estado, devoluciones a origen, dos intentos de entrega (en caso de que el primer intento sea fallido por no encontrarse el destinatario en la dirección de entrega), servicio de “try-on” (pruébatelo) y el envío de SMS para avisar de las entregas.
Por Nicolás Mouze; Director de Marketing y Ventas de DHL Express Iberia
