Rusia, el cuarto mayor mercado en consumo de comercio electrónico -justo por encima de España, 5º- a pesar de su juventud, representa un país de oportunidades para la venta online. No obstante, una oportunidad que están desaprovechando los e-retailers europeos frente a los mercados asiáticos.
De hecho, y según un informe que recogía el diario Moscow Times, sobre el 70% de los envíos que se realizaron durante 2014 a consumidores rusos procedían de China. El dato es más alarmante si lo comparamos con 2013, cuando el 40% de los envíos tenían origen en China.
Una de las explicaciones a este dramático salto ha sido la devaluación de rublo frente al euro. En 2014, la moneda del país del este europeo caía un 40% con respecto a la moneda de la eurozona. Consecuentemente, los consumidores rusos han tomado mayor conciencia de los precios, circunstancia que han aprovechado los players chinos para ganar dicha cuota de mercado «abandonada» por los retailers europeos.
A pesar de que China tiene la mayor parte (70%) de la cuota en ecommerce transfronterizo de Rusia (un negocio con un valor aproximado de 4.000 millones de euros), sólo se lleva el 50% de las ventas, debido a su política de precios bajos. Las marcas europeas continúan haciendo una buena labor en el cross-border ecommerce en Rusia, mercado que ha crecido mucho en los últimos 12 meses, pasando de los 2.400 millones de euros en 2013, a los 4.000 millones en 2014.
