Twitter sigue sumando más problemas a su lista. La plataforma afronta ahora una denuncia de 84 páginas por parte del reconocido hacker y exjefe de seguridad, Peiter «Mudge» Zatko, en la que acusa a la directiva de la compañía de engañar a los reguladores de EE.UU. y a su propio consejo de administración al ocultar deficiencias extremas en su sistema de seguridad. 

La denuncia se presentó ante la Comisión de Bolsa y Valores, el Departamento de Justicia y la FTC. En el informe, al que han tenido acceso el diario The Washington Post y la cadena CNN, revela que Twitter no suprime de forma fiable los datos de los usuarios después de que eliminen sus cuentas, en algunos casos porque la empresa ha perdido la noción de la información y ha engañado a los reguladores sobre si elimina los datos como se requiere. Aunque entre los peligros de seguridad no solo se refieren al acceso de los datos o al control del spam. Entre ellos, se incluyen algunos que supuestamente podrían abrir la puerta al espionaje o la manipulación extranjera, al hackeo y a las campañas de desinformación.

Prioridad por el aumento de seguidores

Asimismo, Zatko asegura que la compañía no puede proteger a sus 238 millones de usuarios diarios, entre los que se encuentran agencias gubernamentales, jefes de Estado y otras figuras públicas. Además, la compañía prioriza seguir aumentando el número de usuarios en lugar de tratar de reducir la proliferación de mensajes no deseados. A pesar de que los segundos empeoran la experiencia del usuario, desde Twitter apostaron por el crecimiento de la red social. 

El exjefe de seguridad de la plataforma fue contratado a finales del 2020 por el antiguo director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, y fue despedido el pasado enero por su sucesor, Parag Agrawal. A este último lo acusa de «extensas violaciones legales». Algunos portavoces de la plataforma han desmentido las acusaciones de Zatko, asegurando que la denuncia está llena de incorrecciones.

¿Por qué afectó a la compra de Elon Musk?

En el informe también hace referencia a la cuestión de los bots que hay en la red social y que hicieron a Elon Musk detener el proceso de adquisición, retirando su oferta a la compra de Twitter. Se encuentran en el centro del juicio, ya que en parte porque cree que no han dicho la verdad sobre el número de cuentas falsas. Según el exejecutivo, Twitter no tiene los recursos necesarios para conocer realmente el número de bots y sus principales responsables tampoco están interesados en lograrlos.