Para conseguir el éxito en el comercio electrónico hay que trabajar varios aspectos claves. Al final, la última pieza del negocio y quien sirve para entregar los pedidos es el sector del transporte. Algo clave más si cabe ante el hecho de la internacionalización. En este sentido, juega un papel vital el transporte internacional de mercancías.

El comercio electrónico no ha parado de crecer desde hace ya más de diez años, más incluso por el impulso surgido tras la pandemia del COVID-19, y gracias a elementos como la globalización, la digitalización, la innovación y los nuevos hábitos de consumo. De hecho, según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el valor del comercio electrónico mundial alcanzó los 26,7 billones de dólares en 2020, lo que representa el 30% del producto interior bruto (PIB) mundial.

El transporte internacional de mercancías se encarga de enviar los productos de un lugar a otro, recorriendo diferentes países y continentes. Para ello, existen distintas modalidades de transporte: Existen el aéreo, el marítimo, el terrestre o el ferroviario, y cada uno tiene sus ventajas y desventajas. El transporte internacional de mercancías debe cumplir con una serie de requisitos legales, técnicos, económicos y ambientales, que dependen del tipo de producto, el modo de transporte, el origen y el destino.

Transporte vía aérea

El transporte aéreo es el más rápido, seguro y a su vez más caro de los transportes internacionales. Se usa para productos reducidos, ligeros y urgentes, que necesitan de aviones como medio de transporte. Como contrapartida, la vía aérea tiene limitaciones de peso y espacio, y puede verse afectado por las condiciones climáticas y los controles aéreos. Empresas como Aeroffaires son una gran herramienta. Go to this site.

Transporte terrestre

El transporte terrestre es el que va por vía terrestre, utilizando principalmente camiones y trenes. Es más económico que el aéreo, debido a que sus tiempos de entrega son más largos. Sin embargo, para el comercio electrónico en desplazamientos no muy largos es el más efectivo, ya que reduce los tiempos de carga y descarga, y conecta países y regiones de forma sencilla. Por el contrario, este tipo de transporte puede sufrir con problemas como pueden ser el tráfico, las congestiones, seguridad, accidentes y contaminación.

Transporte marítimo

El transporte marítimo es el que usa embarcaciones para mover mercancías a través de los mares. Es el más usado para el comercio internacional, ya que tiene muchos beneficios, como son la seguridad, la capacidad de carga y los costes. El transporte marítimo puede trasladar productos de gran volumen y peso, y facilita el intercambio comercial a gran escala. Como contrapartidas, es un tipo de transporte que tiene como inconvenientes la velocidad, mucho más lenta que el aéreo y el terrestre, una excesiva dependencia de los puertos, riesgos de averías y robos, y efectos ambientales.

Apuesta por la sostenibilidad

Precisamente son los efectos medioambientales algo que se tiene cada vez más en cuenta por las empresas. Y en este sentido, la sostenibilidad del transporte internacional de mercancías repercute en la responsabilidad social y ambiental de las compañías de transporte, así como en la concienciación y la preferencia de los clientes. El transporte internacional de mercancías debe contribuir a la preservación del medio ambiente, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la optimización del consumo de energía y recursos, y el respeto a los derechos humanos y laborales. Para ello, se antoja como necesario implementar medidas de eficiencia energética, uso de energías renovables, reciclaje y reutilización de materiales, certificación y etiquetado ecológico, y cumplimiento de las normas y estándares internacionales.

El transporte internacional de mercancías para el comercio electrónico debe tener en cuenta el ciclo de vida de los productos, desde la extracción de las materias primas, hasta la entrega al cliente final, pasando por la producción, el almacenamiento, el embalaje, el transporte y el reciclaje. Cada una de estas etapas implica un impacto ambiental, social y económico, que se puede minimizar mediante la aplicación de criterios de sostenibilidad. Por ejemplo, se puede optar por materias primas locales, ecológicas y de comercio justo, por procesos de producción limpios y eficientes, por embalajes reducidos, reutilizables y biodegradables, por modos de transporte de bajo consumo y baja emisión, y por sistemas de recogida y reciclaje de residuos.

En conclusión, el transporte internacional de mercancías es un elemento esencial para el éxito y el desarrollo del comercio electrónico, que requiere de una gestión eficaz, eficiente y sostenible, que se adapte a las características, necesidades y expectativas de los clientes, y que aporte valor añadido a la empresa. El transporte internacional de mercancías representa un desafío y una oportunidad para el comercio electrónico, que debe aprovechar las ventajas y oportunidades que ofrece la globalización, la digitalización, la innovación y la adaptación, y superar las dificultades y amenazas que plantean la complejidad, la incertidumbre, la competencia y la regulación