Decathlon, la gran empresa francesa de equipamiento deportivo, ha comenzado un proceso para vender cerca del 30% de su actividad en China, en una transacción que podría ascender a más de 1.000 millones de euros. De acuerdo con Bloomberg y Reuters, la empresa ha incorporado a un asesor y ha suscitado el interés de posibles inversores. Sin embargo, Decathlon podría decidir no realizar la venta y evaluar otras tácticas para su expansión en el mercado de China.

Este fenómeno ocurre en un escenario de incertidumbre económica en China, agravado por el conflicto comercial con EE.UU. y una ralentización del consumo interno. Pese a estos retos, Decathlon ha reafirmado su compromiso con el desarrollo a largo plazo en la nación asiática.

En marzo de 2025, la compañía reveló que sus ventas a nivel mundial llegaron a 16.200 millones de euros en 2024. Esto implica un incremento del 3,8% en comparación con el año previo. No obstante, el beneficio neto experimentó una reducción del 15,4%, alcanzando los 787 millones de euros. Las ventas por internet constituyeron el 20% del total, superando el 17,4% que se registró en 2023.

Actualmente, Decathlon tiene presencia en 79 naciones con una red de 1.817 establecimientos. En China, país en el que estableció su primera tienda en 2003, dispone de más de 200 establecimientos de venta. El país se ha transformado en un mercado esencial para la compañía, en cuanto a ventas y producción.

Aparte de su actividad comercial, Decathlon ha colaborado en proyectos de sostenibilidad en China. En noviembre de 2023, la compañía ratificó un convenio de adquisición conjunta de energía renovable con China General Nuclear Power New Energy, con la meta de incrementar la utilización de energía renovable en su producción mundial. ​

No obstante, la empresa también ha recibido críticas. Una investigación periodística divulgada en febrero de 2025 imputó a Decathlon por explotación y maltrato laboral en Asia, incluyendo la utilización de fábricas ilegales y algodón obtenido de puestos de trabajo forzados. La compañía no ha hecho declaraciones públicas acerca de estas denuncias.

La posible venta de una participación en su empresa en China evidencia los intentos de Decathlon de ajustarse a un contexto económico mundial en permanente evolución, balanceando su dedicación al desarrollo sostenible y la responsabilidad social.