El ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información) y Fundetec, han presentado el informe sobre la Implantación de las TIC en PYMEs españolas en 2015. Éste, nos ha traído datos muy interesantes entre los que cabe destacar que la denominada “brecha digital” aún persiste entre las microempresas, las PYMEs y las grandes empresas. Sin embargo, esta brecha es cada vez menor gracias a la implantación de ordenadores, telefonía móvil o el exponencial crecimiento del acceso a Internet.
No obstante, no debemos confiarnos, ya que sólo el 28.4% de las micropymes tiene una página web propia; dato que resulta preocupante.
Esta falta de presencia en el mundo online se debe principalmente a dos causas:
- Falta de capital: las empresas tan pequeñas afirman que no pueden asumir el coste para lograr posicionar su web de forma adecuada en los buscadores.
- Falta de tiempo: es esencial dedicarle tiempo a la página, no basta con tenerla y ya está: hay que actualizarla a menudo, revisar los productos, los precios, etc. Y, por desgracia, los pequeños negocios no tienen suficiente personal como para asumir estas funciones.
En cuanto a medios sociales, los pequeños empresarios son cada vez más conscientes de las ventajas que pueden suponer para las empresas. El problema, de nuevo, es el tiempo que necesitan emplear en mantener las redes sociales corporativas al día para que la comunicación sea un diálogo.
Las empresas, por otro lado, aún tienen un importante rechazo a los servicios de almacenamiento “en la nube” o cloud computing. Esto se debe, sobre todo, al gran desconocimiento existente aún acerca de estos servicios y de sus ventajas e implicaciones. Sólo el 15% de las PYMEs y grandes empresas utilizan este tipo de plataformas, lo cual es un porcentaje muy bajo. Este dato, es aún inferior (8%) si miramos a las microempresas.
La formación, aunque ha crecido en PYMEs y grandes empresas, no cesa en su caída en las micropymes, ya que no les parece algo prioritario. Es vital darle la vuelta a esta mentalidad para que las empresas más pequeñas puedan crecer al ritmo de las medianas y grandes.
Finalmente, observamos en el estudio que los sectores como el transporte o el almacenamiento tienen una penetración de acceso a Internet muy baja. Igual que actividades inmobiliarias, administrativas y auxiliares, por ejemplo, cuentan con una adaptación móvil ínfima. Sin embargo, en general el esfuerzo por incorporar las TIC a los procesos de negocio es cada vez mayor: de hecho, los dispositivos móviles se están convirtiendo en las oficinas portátiles de muchos pequeños empresarios. En esta misma línea, el acceso a banda ancha de Internet se ha convertido en una prioridad para muchos empresarios.
Aún queda mucho por avanzar, ya que para muchas empresas el acceso a las TIC se considera un gasto y no una inversión, sin embargo, los datos van mejorando año tras año y, podemos afirmar, que las empresas son cada vez más tecnológicas, independientemente de su tamaño.