Airbnb ha cerrado su filial rusa en un intento por simplificar la estructura operativa de la compañía en todo el mundo.

La compañía decidió que era «más fácil» realizar operaciones a través de sus oficinas en Berlín, Dublín y Londres, según ha explicado la portavoz de la compañía, Yekaterina Kukureko. «Por lo tanto, no había razón para mantener abierta la filial rusa.»

Desde la compañía afirman que siguen comprometidos con el mercado ruso y tienen un equipo dedicado a impulsar su negocio en la región. «Nuestro negocio es de rápido movimiento, y tenemos más de 3 millones de listados en más de 191 países. Por ello revisamos regularmente la ubicación de nuestras oficinas para poder responder mejor a las necesidades cambiantes de nuestro negocio «, ha señalado la portavoz. 

Airbnb abrió su filial rusa en febrero de 2012, cuidando de adaptar su servicio a las condiciones locales. La oficina física de la compañía en Moscú se cerró en 2015 como parte de un programa de racionalización, recordó Kukureko. Este programa incluía la fusión de las oficinas de Moscú y Berlín, mientras que la oficina de Copenhague debía ser fusionada con la oficina del Reino Unido.

Según los expertos de la industria, las restricciones legales locales pueden haber influido en la decisión de la compañía de cerrar la filial rusa. En particular, Airbnb podría estar tratando de evitar que le pidan compartir los datos de sus usuarios con las autoridades fiscales rusas.

La empresa estadounidense también podría estar preocupada por los nuevos requisitos legales relacionados con los pagos en efectivo. De acuerdo con esta legislación, que entrará en vigor el 1 de julio de este año, los datos de pago en efectivo se pasarán a las autoridades fiscales a través de cajas registradoras online.