La Oficina Europea de Patentes (EPO) anuncia que la emprendedora española Carmen Hijosa ha sido nominada en la categoría SMEs (PYMES) del European Inventor Award 2021 por haber desarrollado una alternativa al cuero hecha a partir de fibras de hoja de piña. Este tejido innovador utiliza un residuo como materia prima y su producción impacta menos en el medio ambiente que la fabricación de cuero de vaca.
Hijosa comercializa su invención a través de su PYME, con sede en Londres, desde 2013. Actualmente, esta alternativa al cuero ayuda a las comunidades agrícolas y cooperativas de Filipinas; y se ha convertido en una alternativa para las grandes marcas de moda internacionales.
“Hijosa ha demostrado cómo la innovación puede ofrecer alternativas sostenibles” declaró António Campinos, presidente de la EPO, al anunciar los finalistas del European Inventor Award 2021. “La solicitud de patente de Hijosa la ha ayudado a proteger su invento y a llevarlo al mercado a través de una empresa que tiene un impacto social positivo, a la vez que un bajo impacto ambiental”.
Los ganadores de la edición 2021 del European Inventor Award se anunciarán en una ceremonia que comenzará a las 19 horas CEST el 17 de junio. Este año, la ceremonia se ha reinventado como un evento digital para una audiencia de todo el mundo.
Inventar un tejido natural a partir de fibra de hoja residual de piña
La producción convencional del cuero es controvertida, dados los vastos recursos necesarios para criar ganado para el matadero, el riesgo de contaminación que representa el proceso de curtido, hecho con productos químicos, y las condiciones de trabajo, a menudo precarias, de las curtidurías. Hijosa experimentó la realidad de la producción mundial de cuero en primera persona cuando trabajaba como consultora de diseño textil del Banco Mundial en Filipinas en 1993.
Conmovida por el negativo impacto social y ambiental del proceso de producción local de cuero, Hijosa decidió desarrollar un tejido sostenible que fuera adecuado para la exportación y que aprovechase mejor las habilidades y las materias primas de Filipinas. “Las hojas de piña son muy fuertes, finas y flexibles; tradicionalmente han sido utilizadas en las Filipinas durante 300 años para confeccionar tejidos hechos a mano. Entonces, empecé a pensar: ‘¿Qué pasa si hago una malla con estas fibras de hojas de piña? ¿Será esta malla de fibras muy diferente al cuero?” explica Hijosa.
Antes de crear con éxito el tejido llamado Piñatex y perfeccionar su producción, Hijosa se sumergió en un proceso de investigación y desarrollo durante 12 años para replicar la malla de fibras de colágeno del cuero. Esto le supuso completar diversos títulos textiles, establecer una empresa, refinanciar su casa para poder seguir investigando y completar su doctorado. La réplica de la malla de fibras de colágeno del cuero implica quitar las fibras de celulosa de las hojas y fabricar primero fibras de calidad textil, las cuales se procesan después en una tela de malla no tejida, mejorando y suavizando aún más esta alternativa al cuero.
La materia prima que conforma la base del tejido de Hijosa es un subproducto de la cosecha local de piñas en Filipinas, que ofrece un ingreso adicional a los agricultores y utiliza un recurso que, de otro modo, se desecharía. Esta fuente de residuos es significativa, ya que los diez principales países productores de piña del mundo crean suficientes hojas como para reemplazar potencialmente más del 50% de la producción mundial de cuero con el material de Hijosa. Piñatex también requiere de mucha menos agua que otros tejidos, como por ejemplo el algodón, el cual consume más de 20.000 litros de agua por kilogramo. Además, Piñatex se produce con menos productos químicos y emite menos CO2 en comparación con la producción de cuero, lo que mejora aún más las credenciales de sostenibilidad.
La innovación ofrece a los consumidores opciones más sostenibles
Hijosa presentó una solicitud de patentes para su tejido y producción en 2011, antes de fundar Ananas Anam como start-up en 2013, con la que lanzó Piñatex a nivel comercial. Para ella, esta parte del proceso resultaba esencial: “La propiedad intelectual fue una parte fundamental para asegurar los fondos, así como asegurar el futuro del producto y su potencial de mercado”. En la actualidad, sigue siendo la directora de creatividad e innovación y está a la vanguardia de los nuevos desarrollos textiles a base de residuos y de origen vegetal. Su trabajo pionero ha posicionado a la empresa como líder del mercado, en un momento en el que los consumidores están empezando a presionar en favor de opciones más sostenibles.